
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El aire acondicionado del carro se ha convertido en un aliado indispensable para muchos conductores, sobre todo cuando el calor aprieta y el tráfico parece interminable. Más allá de brindar confort, su buen uso tiene un papel destacado en la seguridad al volante. No se trata solo de encenderlo y disfrutar del aire frío: detrás de su funcionamiento hay una serie de cuidados que pueden marcar la diferencia entre un viaje agradable y una reparación costosa.
Y es que, además del confort, mantener una temperatura adecuada dentro del vehículo es determinante para una conducción segura. De hecho, conducir con calor excesivo puede afectar la concentración y los reflejos. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), cuando el interior del carro alcanza los 35 grados, el conductor puede tardar hasta un 20 % más en reaccionar frente a un imprevisto. En otras palabras, manejar en esas condiciones se asemeja a hacerlo con una tasa de alcoholemia cercana a 0,5 g/l en sangre.
Con el fin de optimizar el uso del aire acondicionado y evitar posibles fallos, el Centro Técnico de Seat, fabricante de autos, ha señalado cinco errores más comunes al usar este sistema, junto con soluciones para mejorar su rendimiento.
Poner el aire acondicionado al máximo
Después de dejar el carro al sol, muchos conductores tienen la costumbre de encender el aire acondicionado al máximo apenas se suben. Pero, aunque parezca la solución más rápida, no es la más efectiva. Los especialistas de Seat recomiendan abrir las puertas y ventanillas durante al menos un minuto antes de activar el sistema de climatización.
Ese breve momento permite que el aire caliente salga y que el enfriamiento sea más rápido y eficiente. Además, ayuda a evitar un choque térmico dentro del vehículo, lo que protege los componentes del sistema. Siguiendo esta recomendación, la temperatura interior puede llegar a unos 25 grados en unos 30 minutos, sin exigirle de más al aire acondicionado ni acortar su vida útil.
Orientación correcta de las rejillas
Cuando el calor dentro del carro se vuelve insoportable, lo primero que muchos conductores y pasajeros hacen es subir la potencia del aire acondicionado o bajar la temperatura al mínimo. Pero no siempre el problema está ahí. En muchos casos, lo que realmente afecta el confort es la forma en que se dirige el flujo de aire dentro del vehículo.
Para lograr un ambiente más equilibrado, los especialistas de Seat recomiendan ajustar bien las rejillas de ventilación. En lugar de apuntarlas directamente al rostro, es mejor orientarlas hacia arriba. De esta manera, el aire se reparte de forma más uniforme por todo el habitáculo, evitando zonas con exceso de frío o calor y garantizando una climatización más cómoda para todos los ocupantes.
Optimización del flujo de aire
Mantener activado todo el tiempo el botón de recirculación del aire no es una buena idea. Aunque muchos conductores lo hacen para conservar el frío dentro del carro, esta práctica puede generar el efecto contrario: los vidrios terminan empañándose y la visibilidad se reduce. Esto ocurre porque el aire deja de renovarse, la humedad se acumula y el sistema no logra eliminarla correctamente.
Para evitarlo, los especialistas de Seat recomiendan usar la función “auto” del aire acondicionado. Este modo regula de forma automática el flujo de aire, equilibrando temperatura y humedad dentro del vehículo. Además, distribuye el aire de manera uniforme y evita que el sistema trabaje de más. En otras palabras, se consigue un ambiente más cómodo, eficiente y, sobre todo, seguro para conducir.
Le puede interesar: ¿A cuántas revoluciones se deben hacer los cambios en un carro?
Mantener el aire acondicionado en funcionamiento
Cuando el clima se vuelve más fresco, muchos conductores deciden apagar el aire acondicionado pensando que no hace falta. Sin embargo, dejarlo apagado por completo no siempre es lo más conveniente. El sistema no solo sirve para enfriar el interior, también cumple una función importante al controlar la humedad dentro del vehículo.
Usarlo de manera regular, incluso en días no tan calurosos, ayuda a evitar que los vidrios se empañen y mejora la visibilidad al conducir. Además, mantenerlo en funcionamiento evita que las partes internas del sistema se resequen o acumulen humedad, lo que contribuye a conservar su buen estado.
La importancia del mantenimiento
Así como el aceite, las llantas o el líquido de frenos necesitan revisiones periódicas, el sistema de aire acondicionado también requiere atención para mantenerse en buen estado. Sin embargo, es común que muchos conductores lo pasen por alto, olvidando que un mantenimiento deficiente puede reducir su eficiencia e, incluso, provocar fallas con el tiempo.
Para conservar su buen funcionamiento, los especialistas recomiendan cambiar los filtros del aire acondicionado cada 15.000 o 20.000 kilómetros. Este sencillo hábito permite que el aire circule sin obstrucciones, mejora el rendimiento del sistema y evita que el motor tenga que esforzarse más de lo necesario.
🚗🚗🚗 ¿Ya está enterado de las últimas noticias de Autos? Lo invitamos a visitar nuestra sección en El Espectador.