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La batería en un carro eléctrico, como es bien sabido, es el corazón de todo el sistema. De ella dependen la autonomía, el desempeño y prácticamente cada función del vehículo. Con el tiempo, este componente se degrada de forma natural y pierde eficiencia. Si ese desgaste no se detecta a tiempo, puede traducirse en una reducción del rendimiento, fallas inesperadas y gastos que pudieron evitarse.
Para entender cómo identificar estas señales tempranas, Arlen Blandón Uribe, entrenador técnico de Auteco, explica que el primer síntoma evidente es la pérdida de autonomía. Cuando la distancia que podía recorrerse con una carga completa se reduce a la mitad o incluso menos, es un indicador claro de degradación. De acuerdo con Blandón, este proceso suele ser gradual, pero si la caída es repentina, podría tratarse de una anomalía distinta en el sistema.
Otro signo que no debe pasarse por alto es una carga más lenta de lo habitual. “La batería puede tardar más tiempo en alcanzar el 100 %, o la velocidad de carga rápida puede disminuir notablemente”, señala el experto.
Blandón también destaca la dificultad para mantener la carga como una señal recurrente. En algunos casos, la batería se descarga aun cuando el carro permanece apagado durante periodos cortos, situación conocida como consumo fantasma. “Cuando esto ocurre de manera recurrente, es una señal clara de que la batería ya no responde como debería”, añade.
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Factores que aceleran el desgaste de la batería
El experto de Auteco explica que el desgaste de una batería no ocurre por casualidad. De hecho, los factores que más influyen en su deterioro se pueden agrupar en dos grandes categorías, cada una con un impacto directo en la vida útil del sistema.
- Hábitos de conducción agresivos:
Las aceleraciones fuertes, las frenadas bruscas y un manejo irregular obligan a las celdas de la batería a trabajar bajo estrés. Ese esfuerzo adicional genera calor, provoca picos elevados de corriente y reduce la eficiencia del conjunto. En la práctica, esto significa que el vehículo necesitará recargarse con más frecuencia para cubrir la misma distancia, consumiendo ciclos de carga de manera acelerada.
Para evitarlo, Blandón sugiere mantener una conducción suave y establecer un ritmo constante siempre que sea posible. “Aprovechar de forma eficiente la frenada regenerativa también contribuye a aliviar la carga sobre la batería y a mejorar la autonomía en cada trayecto”, destaca.
- Tiempos de inactividad prolongados:
Por otro lado, dejar el vehículo quieto durante semanas o meses con un nivel de carga muy alto o demasiado bajo puede generar una degradación difícil de revertir. “Si el carro va a permanecer detenido por varios días, lo recomendable es que la batería quede entre el 50 % y el 60 % de carga”, enfatiza.
Para pausas aún más largas (de dos meses o más), el especialista recomienda un ciclo específico: cargar la batería hasta el 80 %, descargarla al 40 % y ajustarla nuevamente al 60 %. De esta manera, la batería se mantiene estable sin sufrir estrés innecesario. “Si el periodo de inactividad continúa, basta con repetir este proceso cada dos meses”, menciona en experto.
¿Con qué frecuencia debería revisarse la batería?
La periodicidad para evaluar la salud de la batería no es igual para todos los vehículos, esto depende del uso, la antigüedad y hasta del estilo de conducción. Aun así, Blandón plantea tres momentos primordiales para hacerlo:
- Revisiones rutinarias (mantenimiento anual): los fabricantes suelen incluir una inspección básica de la batería dentro del plan de mantenimiento anual. Esta revisión permite detectar desgaste temprano y verificar que el sistema de carga esté funcionando como debería.
- Evaluaciones proactivas (cada 1 o 2 años): para quienes buscan conservar el rendimiento a largo plazo, o en vehículos que ya superaron los 80.000 kilómetros, una revisión más completa cada uno o dos años es una práctica recomendable.
- Evaluaciones reactivas (ante cualquier síntoma): si aparece una caída repentina en la autonomía, surgen problemas al cargar o el tablero enciende alguna alerta relacionada con el sistema eléctrico, lo más prudente es revisar la batería de inmediato. Ignorar estos signos puede llevar a una falla inesperada.
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