La semana, pasada Jeep presentó en Colombia el nuevo Renegade. El auto, que está en el mercado desde 2014, busca imprimir el ADN intrépido de la marca estadounidense en el segmento de las camionetas compactas, o B-SUV, en el que los creadores del Willys incursionan por primera vez. El objetivo es responder a las exigencias del mercado y “atraer a una nueva generación de conductores”.
Según el gerente comercial de la compañía en el país, Ricardo Ortega, esto se debe a que “hoy las familias son más pequeñas y eso hace que los conductores salgan a buscar autos más amigables con las ciudades, que ocupen menos espacio”. Por eso el segmento B-SUV se perfile como uno de los de mayor crecimiento: en 2020 se venderán tres millones de unidades a nivel mundial, según el ejecutivo. “La marca no se podía quedar sin un jugador en este mercado”, agrega.
De ahí que el Renegade sólo tenga 4,2 metros de largo, una cifra que además lo ubica como el Jeep más pequeño de la historia. Pero el tamaño no le resta capacidad. Por el contrario, Ortega cree que el motor Tigershark de 2,4 litros lo convierte en una máquina “tremendamente poderosa”, capaz de desarrollar 180 caballos de potencia y 6.400 RPM.
No es lo único impresionante del corazón de este SUV. El motor de 16 válvulas funciona con la tecnología MultiAir 2, que con un comando electrohidráulico controla simultáneamente la apertura y el cierre de las válvulas de admisión, para mejorar el rendimiento del auto, ahorrar combustible y reducir emisiones.
El conjunto lo completa la caja automática de nueve velocidades, que le da al Renegade un aire de referente al ser el primer SUV compacto del mundo equipado con este tipo de transmisión. También es el primero de su segmento con Active Drive y Selec-Terrain, los sistemas 4x4 de Jeep que permiten que el conductor saque lo mejor de la suspensión independiente de cada rueda al aplicar todo el torque en el suelo para un mejor agarre con tan sólo seleccionar uno de los modos de manejo: automático, nieve, arena y lodo.
Todo esto suena muy bien, claro, pero no hay nada como la primera impresión y esa entra por los ojos. En este sentido, el vehículo mantiene varios detalles tradicionales de la marca como los ángulos rectos, las farolas redondas y los guardafangos trapezoidales. Además, y a modo de homenaje por 75 años de historia, el Renegade reproduce en sus luces traseras, el techo y los portavasos la equis característica del tanque trasero de los primeros Willys.
No hay que olvidar que se trata de un auto diseñado para jóvenes, cosa que se manifiesta en detalles como los acabados de la consola central y la cojinería, que juegan con texturas y formas propias de deportes extremos como el ciclomontañismo. También cuenta con techo removible, o al menos dos paneles de este, gracias al sistema My Sky, que permite desmontarlos del todo para guardarlos en un compartimento especial del baúl, que puede ampliar su capacidad si se pliegan las sillas traseras.
En cuanto a infoentretenimiento, el Renegade trae el sistema multimedia Uconnect Touch, manejado desde una pantalla táctil de 5 pulgadas con conexión Bluetooth, comandos de voz y navegador GPS. Adicionalmente, el tablero de instrumentos cuenta con otra pantalla que da acceso a información completa sobre el estado mecánico del vehículo.
Finalmente, hay que decir que la camioneta excede las expectativas en seguridad. Así lo comprueban las cinco estrellas otorgadas por Latin NCAP al conjunto de siete bolsas de aire, frenos ABS, cámara de reversa ParkView y controles de tracción, estabilidad y antivuelco. Eso sin contar con que es el auto con mayor porcentaje de acero de alta resistencia en el portafolio de la marca, cosa que a su vez lo hace ligero y firme.
Por ahora, el Renegade sólo llega a Colombia en la versión Longitude, con un costo de $115’990.000. Se trata de una buena opción para quienes buscan la mejor capacidad todoterreno sin abandonar las prestaciones necesarias para moverse por ciudades como Bogotá.