Con las vitrinas cerradas y una pausa en los trámites de matrícula y traspaso de automotores, la mayoría de las marcas trabajaron en tres campos. El primero, actualizar sus herramientas virtuales para reservar sus productos a distancia. El segundo, atender a los vehículos autorizados para transitar. Y tercero, crear protocolos para reactivar sus actividades comerciales, de forma tradicional (visita, prueba y compra en concesionario), cuando el Gobierno Nacional autorizara la reactivación de esta actividad.
El día señalado por las autoridades nacionales fue el pasado 11 de mayo, cuando se dio luz verde al comercio de automóviles y autopartes. Una semana más tarde, la mayoría de los concesionarios han abierto sus puertas. Lo hicieron acatando protocolos de bioseguridad que no solo se centran en la interacción entre sus empleados, sino también en la forma en la que reciben a sus clientes.
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La luz verde
Verónica Borrero es la gerente de Jaguar Land Rover PracoDicacol. Ella indica que, por medio de una plataforma de la Alcaldía de Bogotá, establecida para la reactivación comercial, reportaron la información de sus colaboradores, en donde incluyen los planes de movilidad de cada uno de ellos, propiciando el trabajo desde casa para los colaboradores de las áreas de soporte y la fuerza comercial por turnos para evitar concentraciones.
Pedro Botero, gerente nacional de ventas de Ford en Colombia, asegura que sus concesionarios desarrollaron estrictos protocolos de bioseguridad, entre los que destaca el uso de tapabocas y gel antibacterial de forma obligatoria, para trabajadores y clientes.
“El 90 % de nuestras operaciones ya están funcionado y se encuentran abiertos nuestros concesionarios en las principales ciudades del país, pero algo que queremos seguir promoviendo es la oportunidad de atención remota y por canales virtuales, para seguir respondiendo y apoyando a nuestros clientes”, dice Botero.
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A esto se suma Mazda, que está operando en ciudades como Medellín (cinco vitrinas), Bucaramanga (una), Cali (dos) y Bogotá (siete), incorporando procesos de capacitación a sus trabajadores para asegurar la actividad comercial, sin generar riesgos dentro y fuera de sus vitrinas.
Horarios y restricciones
Las medidas para evitar la propagación del coronavirus han generado que se modifique la atención a los clientes. En el caso de la comercialización de vehículos, los horarios, por lo menos en Bogotá, por indicaciones de la autoridad local, inician en su mayoría al mediodía y terminan entre las siete y las nueve de la noche. En otras ciudades, como Medellín, la apertura empieza entre las ocho y las once de la mañana.
Incluso las vitrinas de motocicletas han reanudado su operación. Por ejemplo, Auteco, cuyos puntos de venta, aseguran Iván García, gerente de asuntos públicos de la ensambladora, están operando en aproximadamente el 73 %. “En cada vitrina trabajan unas tres personas, un administrador, un asesor y un auxiliar”, afirma.
Las restricciones son las mismas. Las marcas prohíben el acceso a mayores de 70 años y menores de 12, y a quienes presenten síntomas como tos, estornudos o una temperatura corporal de 37,5° C o más.
“Disponemos de elementos de protección para trabajadores y clientes, así como soluciones para limpieza y desinfección, todo para garantizar la seguridad de todas las personas que ingresen a las vitrinas y talleres”, concluye Ángela López, directora de mercadeo de Mazda Colombia.