Los carros de ciencia ficción que se manejaban solos, sin la intervención de un conductor, dejaron de ser parte de la imaginación y hoy se han convertido en una realidad de la industria automotriz mundial, que le sigue apostando de manera decidida al desarrollo de los autos autónomos.
Y no se trata simplemente de mostrar que era posible lo que se veía como una utopía de películas de Hollywood. El tema es más profundo, pues con el desarrollo de estos vehículos, los cerebros del sector automotor quieren contribuir a la disminución de la mortalidad por causa de los accidentes de tránsito.
Un paso importante y que muestra los adelantos en este sentido lo acaba de dar la marca Nissan, que esta semana realizó la primera prueba de conducción autónoma en la autopista Sagami, al sureste de Tokio, Japón, con un vehículo eléctrico Nissan Leaf. La compañía “busca un futuro móvil más seguro, más cómodo y amigable con el ambiente”, dijo el vicepresidente de Nissan, Shiga Toshiyuki, quien agregó que “a través de estas pruebas sobre la autopista esperamos avanzar en nuestro desarrollo tecnológico, con el objetivo de implementar pronto los vehículos de conducción autónoma. Cuando se inicia un nuevo proyecto, se necesita un gran esfuerzo para comprender todas las variables involucradas”.
Este evento, un hito en el desarrollo de la movilidad de nueva generación, tuvo lugar cerca de la Zona Especial de Industria Robot de Sagami, un área que se ha visto revitalizada con la ayuda del gobierno local. Los proyectos incluyen el desarrollo de robots de asistencia de vida que están equipados con sensores, inteligencia artificial y sistemas de control. La prueba en vía pública realizada en esta zona especial ayudará a Nissan a desarrollar el proyecto y estar lista en 2020 para comercializar este tipo de modelo.
El Nissan Leaf utilizado en la prueba sobre vía pública es el primer vehículo con capacidad de conducción autónoma al que se le concede una placa para circular en Japón, el pasado mes de septiembre. Los prototipos de Nissan están equipados con tecnología de conducción autónoma que detecta las condiciones del camino y opera automáticamente los controles principales, incluyendo dirección, frenado y aceleración. Los vehículos pueden operar en un modo completamente autónomo sobre la autopista, incorporarse al tráfico, cambiar de carril y mantener una distancia segura de otros vehículos.