Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Antes que nada, es básico el chequeo del automóvil, comenzando por el nivel del lubricante para motor y el buen estado del mismo. Implica también ver las herramientas que se necesitan: correa de ventilador en buen estado, tacos de madera o material resistente, triángulos de seguridad, juego de destornilladores grandes y pequeños, gato, juego de llaves de ruedas (tuerca de seguridad), dado para retirar seguro de neumáticos, alicate, cable de corriente, cinta aislante, linterna y cable de remolque.
Además es necesario revisar el sistema de refrigeración, las correas y posibles pérdidas o fugas de líquido, revisar la presión de los neumáticos y no olvidar poner líquido refrigerante y/o anticongelante; por último es bueno revisar las condiciones de las llantas para evitar deslizamientos en la lluvia y, por supuesto, los niveles de los demás fluidos, como líquido para frenos o batería y lubricantes para caja y transmisión.
Tenga en cuenta que no hace falta que se dañe su vehículo para ir al taller. Es conveniente hacer una revisión rápida del automóvil antes de emprender cualquier viaje.
También es importante verificar que todas las luces, incluidas las interiores, funcionen. Plantee la posibilidad de mantener un juego de focos y fusibles de repuesto en el automóvil.