Si bien la conducción de un carro automático brinda comodidad y facilidad, no implica que exima al conductor de responsabilidades y buenas prácticas al volante. Es necesario recordar que, incluso en autos con transmisión automática, ciertos hábitos inadecuados como pisar el acelerador mientras se frena o cambiar de marcha bruscamente pueden poner en riesgo la seguridad vial y afectar la vida útil del carro. Por ello, resulta indispensable adoptar medidas para cuidar la transmisión automática, evitando ciertas prácticas perjudiciales.
El experto automotriz Walter García enfatiza en la importancia de una conducción suave y consciente para optimizar el rendimiento y cuidar el vehículo. Evitar aceleraciones bruscas y cambios de marcha innecesarios no solo mejora la eficiencia del combustible y la comodidad del viaje, sino que también reduce el desgaste prematuro de los componentes de la transmisión.
Además, García resalta algunos hábitos que deben evitarse al conducir un carro automático para garantizar el funcionamiento adecuado y la seguridad en carretera:
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No sostenga el freno con el pie izquierdo mientras se acelera con el derecho:
Según García, uno de los errores más comunes que los conductores de automóviles automáticos cometen es sostener el freno con el pie izquierdo mientras aceleran con el derecho. Este hábito, que es conocido como “frenado con el pie izquierdo”, puede parecer inofensivo, pero provoca un desgaste prematuro en la transmisión y en otros componentes del carro. Además, “puede generar confusión entre los frenos y el acelerador, aumentando el riesgo de accidentes. Es importante mencionar que, en los carros automáticos, el freno y el acelerador deben utilizarse de forma independiente y secuencial para un funcionamiento seguro y eficiente del vehículo”, sostiene.
No cambie de marcha mientras el vehículo está en movimiento:
A diferencia de los vehículos con transmisión manual, donde el conductor tiene la responsabilidad de cambiar las marchas según la velocidad y las condiciones de la carretera, los automóviles automáticos están diseñados para realizar estos cambios de forma automática y precisa. Para esto, García menciona que intentar cambiar de marcha manualmente en un automóvil automático puede causar daños graves en la transmisión. Asimismo, es importante permitir que el sistema de transmisión automática realice su trabajo de manera adecuada para garantizar una experiencia de conducción sin inconvenientes.
Evite detenerse con el cambio en punto muerto:
Uno de los hábitos que los conductores de automóviles automáticos deben evitar es detenerse con el cambio en punto muerto. Al hacerlo, el vehículo no solo pierde la capacidad de inmovilizarse adecuadamente, sino que también se pone en riesgo la integridad de la transmisión. “Detenerse con el cambio en punto muerto puede provocar un desgaste prematuro en los componentes de la transmisión a mediano y largo plazo, así como también dañar otros elementos del sistema de transmisión”, señala.
Además, sugiere colocar la transmisión en la posición adecuada, como “P” (estacionamiento) en el caso de detenciones prolongadas, para garantizar la seguridad del vehículo estacionado y ayudar a la vida útil de la transmisión.
No arrastre el vehículo con las ruedas motrices en contacto con el suelo:
Para el experto, es considerable que los conductores eviten remolcar el carro con las ruedas motrices en contacto con el suelo. Es decir, que las ruedas que reciben la potencia del motor deben estar levantadas o desacopladas durante el remolque. Si arrastra un vehículo automático con las ruedas motrices en contacto con el suelo, como por ejemplo, si se arrastra por el asfalto sin tener el motor en marcha, puede causar graves daños en la transmisión y otros componentes mecánicos.
Esta práctica puede generar una tensión excesiva en la transmisión y resultar en un desgaste prematuro o incluso en la falla total del sistema de transmisión. Por lo tanto, es necesario utilizar métodos adecuados de remolque que protejan la integridad de la transmisión y aseguren la seguridad del vehículo durante el transporte.
No ignore las señales de advertencia del sistema de transmisión:
También enfatizó la importancia de no ignorar las señales de advertencia del sistema de transmisión. Estas señales, que pueden incluir luces de advertencia en el panel de instrumentos o cambios inusuales en el comportamiento del vehículo, indican posibles problemas en la transmisión que requieren atención inmediata.
“Ignorar estas señales puede llevar a daños más graves en la transmisión y, en última instancia, a costosas reparaciones o incluso a la necesidad de reemplazar todo el sistema de transmisión. Por lo tanto, es fundamental que los conductores estén atentos a cualquier señal de advertencia y que actúen de manera rápida para abordar cualquier problema con la transmisión lo antes posible, garantizando así un funcionamiento seguro y confiable del vehículo a largo plazo”, añade.
Evite el exceso de velocidad al retroceder:
Aunque la marcha atrás puede parecer una maniobra sencilla, la realización de esta acción a altas velocidades puede generar un estrés innecesario en los componentes de la transmisión. Esto es especialmente importante en vehículos equipados con transmisiones continuamente variables (CVT), que pueden ser más sensibles a cambios bruscos de velocidad.
Según García, al retroceder a una velocidad moderada y constante, los conductores no solo protegen la transmisión de desgastes excesivos, sino que también promueven una conducción más segura y controlada en entornos urbanos y de estacionamiento.
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No descuide el mantenimiento:
Realizar un mantenimiento frecuente es importante para garantizar el buen funcionamiento de la transmisión automática a lo largo del tiempo. “Esto implica seguir las recomendaciones del fabricante, que incluyen cambiar el fluido de transmisión en intervalos específicos, inspeccionar y reemplazar los sellos si es necesario, así como realizar otros mantenimientos programados”, destaca.
A su vez, estas acciones son cruciales para prevenir la acumulación de sedimentos y la degradación del fluido de transmisión, lo que podría llevar a un desgaste prematuro de los componentes y a fallos en la transmisión. Un mantenimiento regular no solo prolonga la vida útil de la transmisión, sino que también contribuye a mantener el buen rendimiento del carro y a prevenir costosas reparaciones en el futuro.
Evite el sobrecalentamiento del motor:
Para García, el sobrecalentamiento puede causar daños en los sellos y juntas de la transmisión, así como en otros componentes sensibles al calor. Para evitar esta situación, es importante mantener el sistema de enfriamiento del motor en buenas condiciones, revisando regularmente el nivel y la calidad del refrigerante, así como asegurarse de que el radiador y el sistema de ventilación estén limpios y en buen estado.
Además, es importante evitar el exceso de carga en el motor, como conducir largas distancias con sobrepeso o remolcar cargas pesadas en terrenos exigentes, ya que esto puede aumentar la temperatura del motor y contribuir al sobrecalentamiento.
Evite el uso excesivo del freno de estacionamiento:
De acuerdo con el experto, utilizar el freno de estacionamiento en marcha puede causar un desgaste excesivo en los componentes del sistema de frenos, incluyendo los frenos de tambor o disco y el cable de freno de estacionamiento.
Esta práctica puede generar tensiones innecesarias en la transmisión y otros componentes del vehículo, lo que eventualmente podría provocar daños costosos. “El freno de estacionamiento está diseñado para usarse cuando el vehículo está detenido, no en movimiento. Por lo tanto, los conductores deben evitar este hábito y utilizar el freno de estacionamiento únicamente cuando sea necesario para asegurar el vehículo mientras está estacionado”, explicó.
Evite cambios rápidos entre marchas:
Los carros automáticos están diseñados para realizar cambios de marcha de manera suave y eficiente, adaptándose automáticamente a las condiciones de conducción. Sin embargo, realizar cambios bruscos y rápidos puede generar tención adicional en los componentes de la transmisión, lo que podría resultar en un desgaste prematuro y eventualmente en fallos en el sistema.
Del mismo modo, para García cambiar rápidamente entre marchas puede afectar negativamente la experiencia de conducción, causando sacudidas o golpes incómodos para los pasajeros. Por lo tanto, García recomienda a los conductores mantener una aceleración gradual y permitir que la transmisión automática realice los cambios de marcha de manera natural y sin prisas.