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Del autódromo a la ciudad

Carros diseñados para cautivar a los conocedores salieron con éxito de las pistas a las calles para adaptarse a la cotidianidad.

Mariana Suárez Rueda
19 de octubre de 2012 - 10:00 p. m.
Del autódromo a la ciudad

Hace unos años los carros purasangre, aquellos reconocidos por su potencia y grandes prestaciones, sólo podían usarse con seguridad en calles y carreteras por pilotos expertos. Hoy ese concepto ha cambiado. Gracias a los desarrollos tecnológicos es posible llevar a los niños al colegio, hacer mercado, ir a la oficina y el fin de semana disfrutar de la velocidad, incluso en el autódromo, todo en el mismo carro.

Estamos hablando de automóviles que superan los 400 caballos de fuerza y gozan de la tecnología de los carros de carrera que corren en la categoría alemana DTM como dobles embragues, cajas de cambio ultrarápidas y una atractiva configuración deportiva que se complementa con su diseño exterior definido por grandes tomas de aire, llantas y rines deportivos y mejoras aerodinámicas en relación a las versiones básicas.

Además, en su interior ofrecen la comodidad de un vehículo casi convencional en términos de espacio, pero con detalles únicos como instrumentos de medición especializados, modos electrónicos para configurar condiciones de manejo, asientos similares a los de los carros de carreras que tienen la particularidad de abrazar el cuerpo de los ocupantes.

Marcas como BMW, Audi y Mercedes-Benz le están apostando no sólo a los expertos y amantes de la velocidad, sino a quienes quieren darse el gusto de disfrutar en todo momento de un auto fantástico, que también puede conducirse en modo automático o desde los cambios instalados en el timón.

¿Vale la pena tener un carro así de potente y costoso? En realidad es un tema de gustos. Aunque no son modelos populares en términos de ventas tienen un nicho muy específico que los valora y disfruta, pues a pesar de que no siempre son necesarios los más de 400 caballos de fuerza es un placer saber que se tienen disponibles y pueden utilizarse en el momento en que el piloto lo considere.

BMW M3

El rasgo principal de su motor de ocho cilindros consiste en su capacidad para girar a altas revoluciones a un máximo de 8.400 rpm. Además, tiene un sistema doble-VANOS de regulación variable de los árboles de levas que mejora su potencia y par, al tiempo que reduce el consumo de combustible y la emisión de gases contaminantes. Otra de las innovaciones de este carro es el techo reforzado con fibras de carbono y el sistema de regulación electrónica, que permite personalizar sus características.

Audi RS4

Además de sus 450 caballos de fuerza, la tercera generación de este potente vehículo se caracteriza por su eficacia, logrando un consumo medio de 11 litros por cada 100 km. El primer RS4 consumía 15 litros. Este significativo ahorro se consiguió al utilizar aluminio en su fabricación e incluir el cambio automático S tronic, la transmisión más avanzada del grupo VAG.

AMG C63

Un solo ingeniero ensambla, de principio a fin, el corazón de cada uno de estos automóviles Mercedes-Benz. Este modelo en particular tiene una agilidad extraordinaria por cuenta de su motor atmosférico V8 de 6,3 litros, la nueva caja de cambios  de 7 velocidades SPEEDSHIFT MCT AMG con función Race Start que hace de este automóvil un verdadero purasangre que fácilmente se puede desbocar.

Por Mariana Suárez Rueda

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