Wuhan, la ciudad china donde comenzó el brote del Covid-19, es considerada como la cuna de la industria metalúrgica y el hogar de varias de las compañías automotrices europeas convirtiéndose en un referente para la produción automotriz mundial. De acuerdo con información del gobierno local, cerca de 300 empresas han invertido en la ciudad en los últimos años, y muchas de ellas forman parte del mundo automotor. El coronavirus, una pandemia que ha puesto al sistema de salud en jaque, también ha paralizado la tan poderosa industria automotriz. Una parálisis que en Colombia deja ver sus primeros signos de alarma.
A comienzos de esta semana, fabricantes de la talla de Renault anunciaron el cese de actividades en sus fábricas en España, más tarde hicieron lo mismo en su país de origen, Francia, lo que significó la interrupción de labores en sus más de 10 plantas galas, en las que según ellos trabajan unos 18.000 empleados.
Sin embargo, a pesar de tener la marca con más ventas en lo que va de 2020 (4.145 unidades, según Andemos), de tener modelos con altas ventas y de gran acogida en Colombia como el Logan, el Sandero y la Stepway, y una planta de producción en Rionegro (Antioquia), Renault no quiso referirse frente a su situación en Colombia.
Como la crisis no distingue, el segmento de partes también se ha visto afectado en el Viejo Continente. Michelin, uno de los grandes fabricantes de neumáticos, cerró sus plantas en Francia, España e Italia.
En esta debacle económica, Norteamérica no se queda atrás. La caída en ventas de vehículos hizo que dos gigantes americanos, como General Motors y Ford, suspendieran su producción y pusieran como fecha de reanudación de actividades el 30 de marzo. “Estamos tomando precauciones extraordinarias en todo el mundo para mantener nuestras plantas seguras, esto es lo apropiado”, afirmó a medios internacionales Mary Barra, presidenta y consejera delegada de General Motors.
En Colombia, Chevrolet ¬que fabrica el Spark y el Beat, en su planta en Bogotá, y que alcanzó 46.521 unidades vendidas (según Andemos) durante 2019¬, comentó no tener la autorización para contar cuáles serían sus planes de acción para una pandemia como el Covid-19, que en el país ya superó esta semana los 100 contagiados.
Dentro de todo este revolcón que ha sufrido la industria, ni los vehículos que funcionan con energías limpias han sido ajenos a esta crisis. La reconocida firma de autos eléctricos Tesla redujo en un 25 % las operaciones de su fábrica en California, es decir, que solo podrán ir a trabajar un cuarto de sus empleados, unas 2.500 personas, de las 10.000 que lo hacen normalmente.
Igualmente, Toyota tomó la decisión de suspender actividades en todas sus plantas de producción de carros y componentes en Estados Unidos entre los próximos 23 y 24 de marzo, una medida que impactará, de acuerdo con información brindada por la compañía, a las plantas ubicadas en Canadá y México.
A pesar de que Toyota dijo que reanudaría el 25 de marzo, la firma japonesa dejó abierta la puerta a un posible aplazamiento, según como evolucione la situación. De acuerdo a cifras oficiales del gobierno de Donald Trump, Estados Unidos superó los más de 10.000 casos de personas infectadas por el Covid-19 y más de 150 muertes. En Colombia, Toyota le informó a este diario que por motivos de confidencialidad prefería no entregar información sobre la situación de la marca en el país.
Los últimos días han sido de alarma para la región. Por ejemplo en México, lugar de origen de diversas referencias que se comercializan en Suramérica, en el mundo y en Colombia, Audi y Honda decidieron hacer una pausa temporal debido al impacto económico del virus, que en los últimos días ha afectado directamente los procesos de producción.
Asimismo, BMW dijo en un comunicado internacional que por bienestar de sus empleados cerraron sus plantas en Europa y Sudáfrica. Los alemanes esperan retomar labores el 20 de abril.
México es uno de los mayores exportadores mundiales de automóviles gracias a las instalaciones que tienen grupos como General Motors, Fiat-Chrysler y Volkswagen, que no se han pronunciado sobre sus planes ante el golpe de la pandemia.
Uno que sí lo hizo sobre su situación en Colombia fue Nissan. “Por ahora no tenemos ningún recorte en las líneas de producción que llegan al país. Nosotros tenemos un inventario con el que coordinamos con más de seis meses de antelación. Seguramente en seis meses calcularemos y veremos cómo está el mercado”, aseveró Juan Carlos López, gerente de Dinissan y representante de la marca en el país, en diálogo con El Espectador.
Igualmente, López aseguró que dentro de la compañía se han implementado jornadas de limpieza continúa, al igual que teletrabajo. “Un 30 % de los empleados de planta están trabajando desde casa”. Y en materia de servicio posventa, este afirmó que debido a la expansión del virus los autos que tienen en los talleres y los nuevos están siendo sometidos a procesos de desinfección.
Otro de los fabricantes con más presencia en el país, como Mazda, ha acudido a la atención remota como medida para no suspender su atención. “Actualmente todos nuestros canales, tanto físicos como digitales, se encuentran disponibles para nuestros clientes. La red de concesionarios, que cuenta con 40 salas de exhibición y 39 talleres de servicio, está en funcionamiento y preparando estrategias de atención remota”, aseguró Ángela López, directora de Mercadeo de Mazda Colombia.
A pesar de las medidas, la crisis es algo innegable. Son incontables las pérdidas económicas, de empleos y de ventas. Según la Asociación China de Fabricantes Automotrices, las ventas se desplomaron un 79 % en febrero pasado, el mayor descenso mensual en la historia del gigante asiático. La expansión del coronavirus ha dejado en evidencia la dependencia del sector automotor global en torno al mercado chino.