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El diseño. Su silueta. Cada detalle. Las líneas sobre la carrocería. Ángulos e inclinaciones. Las sombras que generan. Y claro, las impresiones de quienes observan. En la parrilla, atrás y en cada rueda, su logo. Siempre afilado, geométrico, las dos “C” que se unen. Lleva un tono ocre y de punta a punta armoniza con la estética del carro.
Terramar es el segundo producto de Cupra en Colombia. Llegó al país en el segundo semestre de 2025 y se suma al portafolio de la marca española donde se encuentra la línea Formentor. Con este último comparte plataforma y la mayoría del lenguaje visual que renovó el modelo pionero del fabricante con su más reciente facelift.
Tanto adentro como afuera, es -curiosamente- similar a Formentor. Esa sensación óptica se genera por el ADN de la marca y, sin duda, por su tamaño. Terramar es ligeramente más grande en dimensiones, con 4.519 mm de largo, 1.584 de alto y un ancho -con espejos- de 2.087.
Hilando delgado, podría decirse que esa mayor altura enfoca al producto en un segmento o público diferente al de Formentor. También, que son los pequeños detalles y apliques los que hacen la diferencia entre el uno y el otro. O que visualmente Terramar permite un mayor espacio dentro de la cabina. Uno es más afilado y el otro más musculoso.
¿Qué trae?
El nuevo Terramar que llegó a Colombia conjuga todas las intenciones Cupra en el mundo. Es llamativo, hace la diferencia y entrega una sensación de deportividad que la firma potencia en las versiones tope de la gama de sus productos -y que, por el momento, no están disponibles en el país.
Usa un cuerpo lumínico -delantero, trasero y faros antiniebla- en tecnología LED y funciones como el Coming Home y el Leaving Home, las cuáles mantienen la luz encendida por unos segundos antes y después de entrar y salir del vehículo. Lleva barras en el techo y unos rines bitono de 19 pulgadas. Incluye también una luz de bienvenida con el logo de la marca al abrir las puertas delanteras.
La concepción de la cabina armoniza con la imagen exterior del carro. El volante se percibe ligeramente más grande y sobresale la textura del logo del fabricante en el medio. También los botones -táctiles, reales, no digitales como algunas marcas prefieren actualmente- que interactúan con el sistema multimedia y el control crucero.
Frente a la persona al volante se encuentra un panel de instrumentos digital de 10,25”. El centro multimedia funciona con una pantalla táctil de 12,9” e incluye conectividad inalámbrica (Cupra Full Link) con Android Auto y Apple CarPlay. Suma un punto de carga inalámbrico. La insonorización es adecuada para su segmento. Ofrece hasta 508 litros de capacidad en el maletero.
Cupra eliminó la barra de cambios o el selector de marchas de Terramar. Para ubicar la función Drive o Reversa, debe usarse una palanca ubicada detrás del volante, donde tradicionalmente se encuentra aquella que acciona el limpiabrisas.
Resaltan los asientos delanteros deportivos tipo Bucket, los cuales “abrazan” o “retienen” sus usuarios, evitando movimientos bruscos en los tramos de mayor dinámica. Atrás, dos personas viajaran cómodamente.
Al volante
En movimiento, Terramar tiene algunos destellos de deportividad y dinámica. Lo mueve un motor turbocargado de 1.5 litros, con 150 caballos de potencia -en el rango de las 5.000 y 6.000 rpm- y un torque de hasta 250 Nm -a partir de las 1.500-. El bloque se acopla a una caja automática de doble embrague tipo DSG con siete velocidades.
Esa dinámica persiste hasta el ingreso de un tercer ocupante al vehículo. Cuando eso ocurre, este SUV mediano se conduce ligeramente más mesurado. Aun así es -más- reactivo al pedal derecho -que algunos de sus rivales japoneses- e incluye los modos de manejo del Cupra Drive Profiles, con el deportivo que lleva el nombre de los españoles.
La suspensión es menos rígida de lo que su diseño augura. En la mayoría de los contextos es fiable en adelantos. Y sus dimensiones permiten una fácil maniobrabilidad en diferentes escenarios urbanos, como los parqueaderos de centros comerciales.
Terramar es un SUV híbrido ligero. Su hibridación se basa en una batería de 48 voltios, que por su naturaleza libra de algunas funciones al motor a gasolina, pero que no permite una conducción en modo 100 % eléctrico.
El paquete de seguridad de Cupra Terramar reúne siete bolsas de aire, detector de punto ciego, ESC, ABS, frenos de disco delanteros y traseros, anclajes Isofix, freno de mano electrónico, detector de fatiga con monitoreo de conductor, alerta de tráfico trasero y sistema de advertencia de salida, entre otros.
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Terramar es, quizá, la visión más familiar de Cupra en Colombia. También es continuista con la propuesta de Cupra y, sin duda, un diferente -por su estética, manejo y equipo- en un segmento ocupado por diferentes opciones de marcas asiáticas. Su precio es de COP 177’000.000.
