Son dos los tipos de transmisión con los que trabaja la industria automotriz en el mundo: las manuales y las automáticas. Las primeras de estas, por lo menos en Colombia, son comunes en los vehículos de entrada y, claro, funcionan con tres pedales, embrague, freno y acelerador. Es la forma, digamos, más tradicional de manejas.
De las segundas se derivan varios tipos. Las hay, en su mayoría, CVT, de doble embrague o convencionales. Cada una con una composición diferente, pero con el mismo objetivo: que la caja funcione sin la intervención directa de la persona al volante, una conducción relativamente fácil y, en la mayoría de los casos, se promueva la eficiencia de combustible. (Vea el video abajo)
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El equipo de El Mecánico Recomienda, de El Espectador, consultó con un experto el funcionamiento de las cajas automáticas, qué son, como leer sus indicadores y cuáles son sus beneficios.