En las motos hay piezas que no llaman la atención, pero que trabajan todo el tiempo para que el motor funcione como debe. El filtro de aire es una de ellas. Suele quedar en ocasiones olvidado en las rutinas de mantenimiento, pero su estado tiene un impacto directo en la respuesta del motor, el consumo de combustible y la durabilidad de los componentes internos.
Alexander Escobar, jefe de calidad y servicio técnico de Hero, explica la función del filtro y es la de suministrar al motor aire fresco y correctamente filtrado, en un caudal específico definido por el fabricante. Su tarea es impedir el paso de partículas presentes en la atmósfera, como arena, polvo o incluso la humedad, que por su tamaño pueden causar desgaste o afectar el funcionamiento interno del motor.
El experto explica que todo motor de combustión interna necesita tres elementos básicos para generar la combustión: combustible, chispa y oxígeno, este último presente en el aire. “Para que el proceso sea eficiente, el aire y el combustible deben mezclarse en una proporción adecuada. Esa mezcla ideal se conoce como relación estequiométrica, cercana a 14,7 partes de aire por una de combustible, y se logra en gran medida cuando el filtro de aire se encuentra en correctas condiciones de funcionamiento”, explica.
¿Cada cuánto se debe revisar, limpiar o reemplazar el filtro de aire?
Sobre los tiempos de revisión y reemplazo, Escobar señala que los filtros de aire deben inspeccionarse en cada mantenimiento preventivo. “En el caso de Hero, este intervalo es de 3.000 kilómetros. Siempre que el tipo de filtro lo permita, la limpieza debe hacerse en cada uno de esos mantenimientos, ya que es la forma más efectiva de asegurar su correcto funcionamiento”.
En cuanto a su vida útil, el experto explica que no debe superar los 12.000 kilómetros en el caso de los filtros de papel seco y los 15.000 kilómetros para los filtros de papel húmedo, que son los más comunes en el mercado.
“Ya si la moto circula con frecuencia por carreteras destapadas o en ambientes con alta presencia de polvo, la vida útil del filtro puede reducirse de manera drástica. En este caso, incluso pueden requerirse cambios en intervalos de apenas 3.000 kilómetros”, añade.
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Señales de que el filtro de aire pide un cambio
Cuando el filtro de aire ya no hace bien su trabajo, la moto empieza a dar avisos claros. Según explica Escobar, pueden presentarse dos escenarios con efectos distintos, y en los motores con carburador el impacto suele ser mayor y más evidente.
1. Más aire que combustible (mezcla pobre)
En este caso puede presentarse pérdida de potencia, dificultad para encender la moto y el motor empieza a mostrar los conocidos “jaloneos” o “tirones” al acelerar. Incluso pueden aparecer apagones inesperados. Además, la combustión se vuelve más caliente de lo normal y, a largo plazo, este exceso de temperatura puede afectar componentes internos del motor, como los pistones.
2. Menos aire que combustible (mezcla rica)
Aquí la combustión es incompleta y se incrementa la acumulación de depósitos de carbón en piezas como el pistón, las válvulas y, sobre todo, la bujía, lo que termina afectando la calidad de la chispa. Como resultado, el motor presenta dificultad de encendido, ralentí inestable, mayor consumo de combustible y una disminución en la potencia. También es común percibir humo oscuro saliendo del escape y un fuerte olor a combustible.
¿Cómo limpiar el filtro de aire de su moto?
Antes de hablar de limpieza, para el experto es importante tener algo claro: no todos los filtros de aire están diseñados para recibir mantenimiento. Según explica Escobar, todo depende del material con el que esté fabricado el filtro, ya que cada uno tiene un tratamiento específico.
Estos son los principales tipos de filtro y cómo deben tratarse:
- Filtros de papel seco: permiten limpieza únicamente con aire a baja presión. Estos no deben lavarse ni lubricarse, ya que el papel puede dañarse y perder su capacidad de filtrado.
- Filtros de papel húmedo: en este caso, solo se admite la inspección. No son filtros diseñados para limpieza, por lo que, si están saturados, deben reemplazarse.
- Filtros de poliuretano: pueden limpiarse utilizando un solvente de alto punto de inflamación. Después de la limpieza, es obligatorio lubricarlos con aceite para asegurar una correcta filtración.
- Filtros de algodón (alto rendimiento): requieren mantenimiento con una solución limpiadora específica y posterior aplicación del aceite recomendado por el fabricante del filtro.
- Filtros sintéticos o de poliéster (alto rendimiento): admiten limpieza mediante lavado, si son filtros secos, no deben aceitarse bajo ninguna circunstancia.
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