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Jaguar XE: elegancia deportiva

Lujoso, ligero y aerodinámico. Así define Jaguar su nuevo buque insignia, que desde el miércoles espera en los concesionarios a quienes lo quieran oír rugir.

Esteban Dávila Náder
10 de octubre de 2015 - 03:28 a. m.

Son muchas las películas que se han encargado de demostrar que incluso los villanos más temibles pueden ser personajes entrañables, que los malvados obsesionados con gobernar el mundo también son admirados, seguidos y hasta imitados por miles de fanáticos. Eso por supuesto no aplica al mundo real, a menos que se trate de Jaguar. El fabricante británico que desde hace poco más de un año adoptó el lema “It’s good to be bad” quiere conquistar las carreteras del mundo, y el pasado miércoles rebeló su arma secreta en Colombia: el Jaguar XE.

En palabras de Iván Pérez, gerente del grupo Premier, que importa estos vehículos al país, se trata de un “sedán deportivo con el corazón del F-Type —el superdeportivo de la marca—, que quiere redefinir el segmento”, una tarea que no será fácil si se tiene en cuenta que sus principales competidores son el A4, el Serie 3 de BMW y el Clase C de Mercedes-Benz a los que, claro, tiene con qué darles la pelea. Basta ver el exterior para saberlo. Sus elegantes líneas le dan un estilo minimalista, que no sólo complace a los más puristas del diseño, sino a aquellos que esperaban que los británicos volvieran a la fuente, a sus orígenes.

Las líneas a su vez contrastan con el aspecto feroz que le otorgan la parrilla frontal y las branquias de respiración laterales, que ponen el toque deportivo heredado de la tradición de la marca en los circuitos de velocidad. Tal figura, de 4,67 metros de largo por 1,85 de ancho y 1,42 de alto, está completamente moldeada a partir de un monocasco compuesto en 75% de aluminio, haciéndola una berlina rígida y segura, pero ligera, con 1.665 kilogramos de peso. Suspensión delantera en forma de paralelogramo deformable y un eje trasero Integral Link se suman a la mezcla para mejorar la dinámica de manejo del carro.

Lo anterior suena muy bien, pero no sería nada si no tuviera un interior que le hiciera juego. En este sentido, el XE viene con motor turbo cargado de 2,0 litros y una potencia de 240 caballos de fuerza, que le permite alcanzar los 100 km/h en apenas 6,8 segundos, y una velocidad máxima de 237 km/h. Seis cilindros y transmisión automática electrónica de ocho cambios terminan de conformar el corazón del felino británico, el mismo que da vida a poderosas máquinas como las Evoque y Discovery Sport de Land Rover, con una pequeña diferencia: está hecho en aluminio, para adaptarse mejor a las necesidades deportivas del sedán.

No menos llamativa es la cabina. Aquí el cuero es el protagonista en los asientos y el volante, que viene equipado con mandos para una sensación más competitiva. Todo esto dentro de un ambiente inspirado en el mundo de la aviación. Además, la perilla de cambios emerge al encenderlo y se esconde de nuevo al apagarlo, muy acorde a la temática de espías y villanos que ha venido manejando la marca. Sin embargo, no es el único gadget que el piloto podrá disfrutar. El panel trae una pantalla táctil de 8” que no sólo permite la conexión con dispositivos iOS y Android, sino manejar los asistentes de parqueo, bastante efectivos gracias a los sensores y la cámara trasera.

La cereza del pastel la pone el sistema All Surface Progress Control, una tecnología electrónica de dinámicas adaptativas que es capaz de hacer hasta 500 ajustes de tracción, aceleración y estabilidad en cuestión de milisegundos para facilitar la conducción sobre superficies difíciles.

Estas características se pueden disfrutar en las tres versiones que llegan al país: Pure, la más sencilla, pero de la que se importarán más unidades, con rines de 17”, seis parlantes y techo panorámico, por casi $140 millones, con tres años de mantenimiento y servicio gratuito, así como matrícula, SOAT y seguro contra todo riesgo incluidos; la intermedia, Prestige, con rines de 18”, exploradoras, baúl de puerta eléctrica y 11 parlantes, y la R Sport, con juguetes adicionales como asientos eléctricos con memoria y timón electrónicamente ajustable. Los precios de estos últimos todavía no se conocen, pues se espera que lleguen a finales de diciembre. Sin embargo, Pérez asegura que la diferencia será de $10 millones y $20 millones respectivamente.

Estas son las armas del XE, un vehículo que Jaguar espera se convierta en su modelo más vendido en el mundo, así como la puerta de entrada de los colombianos a la marca, con 100 unidades vendidas. Objetivos que fácilmente puede lograr. Después de todo se trata de un vehículo con todos los juguetes y un rugido digno del villano más respetado de Hollywood.

Por Esteban Dávila Náder

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