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“La caída del referendo le dio más confianza al consumidor”

Luz Elena del Castillo, directora ejecutiva de la filial colombiana, explica la recuperación de las ventas, el crecimiento en el primer semestre y los planes de la automotora en 2010.

David Mayorga
23 de julio de 2010 - 10:50 p. m.

Cuando apenas llevaba un mes como directora ejecutiva de Ford Colombia, Luz Elena del Castillo tuvo que enfrentar uno de los mayores desafíos económicos de la industria automotriz: la crisis financiera mundial.

Mientras las noticias contaban con lujo de detalles la reestructuración inmediata de sus grandes competidores (General Motors y Chrysler), la renovación en su línea de producción hizo que las ventas de Ford se mantuvieran en 2009, un año de acentuada contracción del mercado, fenómeno del cual fue testigo la filial colombiana.

¿Cómo recibieron el estallido de la crisis financiera?

La crisis en el sector automotor no tuvo unas dimensiones tan grandes. El año récord lo tuvimos en 2007, cuando vendimos casi 258.000 carros nuevos en Colombia; al año siguiente vendimos 220.000, que es una cifra muy importante, y en 2009 facturamos 185.000. Este año, como se proyectan las cifras, el mercado va a estar por encima de los 220.000.

¿Por qué cayeron las ventas el año pasado?

Porque se presentó un temor que no estaba fundado en variables macroeconómicas. Es decir, los bancos colombianos son absolutamente sólidos y durante ese tiempo siempre hubo recursos y las tasas se mantuvieron bajas, pero fue el mismo consumidor el que no quiso tomar riesgos.

Hubo caídas en muchos segmentos, como los vehículos de trabajo, camiones, pick ups, vehículos utilitarios para empresas, pero se están recuperando en este año. Vemos una dinámica importante en los camiones livianos, camiones pesados, pick ups y demás, que se explica por el ciclo económico del país.

¿Fue necesario hacer un “apretón” de gastos?

El apretón vino en el primer semestre de 2009, cuando la tasa de cambio llegó a los $2.600. Ese es un factor muy sensible para este negocio. Ahí asumimos una posición de ser conservadores, mantener una rentabilidad, sacrificar un poco el crecimiento del volumen... Afortunadamente pasó muy rápido, porque la tasa se estabilizó en el segundo semestre y el mercado comenzó a recuperarse. Y aunque hubiera caído a las 185.000 unidades, es una cifra muy importante para cualquier marca.

¿Por qué cree que el mercado se reactivó en 2010?

Se explica por la confianza del consumidor. Aquí nunca hubo problemas de liquidez ni de tasas de interés altas ni de aumento de precios. Siento que el consumidor hoy está mucho más tranquilo.

¿A pesar de los sucesos políticos de este año, como la caída del referendo y las elecciones?

La caída del referendo le dio al consumidor más confianza en la democracia. Creo que había inquietud en la gente de imponer un tercer período en el que no todo el mundo hubiera estado convencido de que era lo mejor para el país. Además, tuvimos unos excelentes candidatos, nunca habíamos visto una generación de políticos tan interesante; todos habrían hecho un muy buen papel en la Presidencia. Colombia tiene hoy una democracia estable y eso ha sido importante para el consumo. El ambiente de negocios es excelente, nunca habíamos tenido unos meses con ventas tan altas. Fácilmente la industria puede pasar las 220.000 unidades vendidas.

¿Cómo le fue a Ford en el primer semestre?

En este momento tenemos una participación en el mercado de 2,1%. No habíamos previsto el crecimiento tan importante de la industria en 2010 y estamos poniéndonos al día, sobre todo en el segundo semestre, cuando tendremos un nuevo producto muy importante para nuestro portafolio: el Ford Fiesta, que nos permitirá cerrar el año con el 3,1% del mercado. Vamos a crecer de una manera importante, alrededor del 40% frente al año pasado.

¿De dónde importan los carros que venden hoy en el mercado nacional?

De Canadá traemos la Ford Edge; el Fusion es ensamblado en México; la Ecosport viene de Brasil; la Explorer, Station y Escape provienen de EE.UU., y en Colombia, en la Compañía Colombiana Automotriz (CCA), ensamblamos la Ford Ranger. De Venezuela no estamos trayendo nada.

¿Por qué no?

En el año 1994, cuando Ford regresó a la región, pagaba 35% de arancel en todos los países, excepto en Venezuela, que era cero. Obviamente la compañía concentró su portafolio de origen allí; más tarde, con la desgravación de Mercosur y México, los costos bajaron a un impuesto del 19 y 0%, respectivamente. Hoy, de los países con los que no tenemos convenio seguimos trayendo vehículos con un arancel del 35%. Y lo que producimos en Venezuela sólo alcanza para suplir al mercado local; con la inflación y la estructura de costos que tienen ya no es competitiva la importación. Los últimos productos los trajimos en 2009, pero desde 2002 comenzamos a traerlos de otros orígenes.

Por David Mayorga

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