Cuando Patrick Pelata, jefe de operaciones de Renault, estuvo en Colombia hace dos años para anunciar el ensamble de la Duster en la planta de Envigado, la expectativa que se despertó en los amantes de la marca del rombo fue general y el interés por el vehículo comenzó a cobrar fuerza. Incluso, cuando fue lanzado en Europa se generó alguna polémica, pues la gente esperaba un poco más, pero lo que no sabía era que la Duster que se iba a vender en el mercado latinoamericano tenía otros ingredientes e iba a contar con 755 piezas diferentes con respecto a la que se comercializa en el Viejo Continente.
Sin duda, la Duster era un vehículo que estaban esperando quienes a lo largo de la historia han sido fieles a Renault, y que ven ahora en las diferentes versiones de este modelo (cuatro) la posibilidad de montarse en una camioneta o, como la llaman ahora, SUV (vehículo utilitario deportivo), con el sistema de transmisión 4x4 en una de sus versiones (el tope de la gama).
En Sofasa-Renault, de igual manera, eran conscientes de que si bien ya habían entrado en este mundo con la Koleos, hacía falta un producto más accesible y a la mano de quienes quieren dar el salto de un sedán a un vehículo con mayor espacio y funcionalidad. Además, tuvieron en cuenta que este segmento ha cobrado un gran dinamismo desde 2006, que tuvo una participación del 16% y que año tras año ha ido creciendo, al punto de que en el último trimestre del año 2011 terminó con un porcentaje del 23%.
Fue así como se trazaron cuatro objetivos fundamentales: el primero, que la Duster sea reconocida como el verdadero SUV de los colombianos; el segundo, que sea una camioneta al alcance de todos y llevarla a las familias colombianas; el tercero, la calidad; y el cuarto, un producto con diseño y la posibilidad de personalización.
Y para lograrlo invirtieron 500.000 horas de trabajo y se rodaron 1,3 millones de kilómetros (en 80 vehículos), de los cuales 30.000 se hicieron en territorio colombiano, involucrando en el proceso a más de 600 personas. Un aspecto en el que se trabajó fuertemente fue en el confort acústico, y para ello se montaron 54 piezas adicionales con respecto a la versión europea.
En consecuencia, Sofasa-Renault tiene dispuestas para el mercado colombiano cuatro versiones. La de entrada, la versión 4x2 Expression, equipada con un motor 1.6 de 16 válvulas, con caja mecánica de cinco velocidades y una potencia de 110 caballos ($42’490.000); la Dynamique mecánica 4x2, con caja mecánica de seis velocidades y un motor de 2.0 litros, que desarrolla 138 caballos ($47’990.000); la Dynamique automática (caja de cuatro velocidades con modo secuencial), con el mismo motor que la anterior ($51’490.00), y la Dinamyque mecánica versión 4x4, con motor de dos litros y caja mecánica de seis velocidades ($51’990.000).
Las tres últimas tienen la opción de un equipo de radar de reversa y cojinería R-Tex. En materia de seguridad, las versiones Dynamique están equipadas con sistema ABS, repartidor electrónico de frenado (REF) y sistema al frenado de emergencia (SAFE). Todas las versiones vienen con airbag para el conductor y únicamente los modelos con motor 2.0 lo tienen para el pasajero.