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Por el contrario, quizás estas coyunturas, que en un comienzo pueden debilitar, deben servir para buscar nuevas alternativas y explorar en otros mercados. Lo de Venezuela ya es un hecho y no hay marcha atrás y por eso es importante el apoyo del Gobierno Nacional, pues el empleo y el futuro de un buen número de familias que hasta el mes de diciembre tenían una seguridad, están en entredicho.
Las ensambladoras han afrontado el tema de manera juiciosa y han hecho su mejor esfuerzo para minimizar las consecuencias y están trabajando de la mano de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI) para buscar soluciones claras y rápidas.
No es tiempo de alarmarse. En enero hubo una pequeña reducción en ventas con respecto al año pasado, pero esa cifra no puede resultar definitiva, pues en los meses venideros se podría recomponer el camino y mantenerse las proyecciones iniciales.
Ni importadores ni ensambladores se van a quedar quietos y, tal como ha sucedido en los últimos años, van a presentar al mercado las últimas tecnologías y una gama completa de posibilidades para los compradores.
Además, este es un año en el que nuevamente se realizará el Salón del Automóvil e históricamente este evento se convierte en un motivador de las ventas al final del año.
La industria automotriz en 2008 tiene un gran reto. Muchos siguen pensando que la cifra del año pasado se puede superar, mientras que los más pesimistas hablan de un comportamiento similar. Lo cierto del caso es que el sector ha alcanzado una gran madurez y que se está lejos de una debacle como la presentada en la década del 90.
A lo que sí hay que ponerle mucha atención es el tema de la movilidad, sobre todo en Bogotá. El alcalde Samuel Moreno, cuando era candidato, tenía este punto como una de sus prioridades y a través de la Secretaría de la Movilidad debe buscar alternativas para que el ‘caos' no siga aumentando y nos veamos abocados a un colapso vial.
Ojo, hay que tener mucho cuidado con este tema y entender que el carro es una necesidad y mucho más en ciudades en las que el sistema de transporte masivo no llena todas las expectativas.
Nota: Muy importante que se revisen las tarifas de los parqueaderos, pues el alcalde Garzón, antes de poner en cintura a los dueños de parqueaderos, terminó beneficiándolos con el cobro desmedido de los 15 minutos o fracción. Hay que reglamentar ese tema y ponerles tope a las tarifas. Frente a los altos costos, los ciudadanos están optando por parquear nuevamente en las calles, incluso, arriesgándose a ser objeto de una multa.
Está bien que los parqueaderos cobren, pero que lo hagan de una manera justa y que esté al alcance de la maltrecha economía de los colombianos.