
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
A la hora de comparar el mantenimiento de un carro eléctrico con el de uno a gasolina, muchos propietarios descubren que, aunque ambos cumplen la misma tarea de llevarlos de un punto a otro, su “vida interna” es totalmente distinta.
Según los especialistas de Kia, el cuidado de cada sistema del vehículo marca la diferencia en costos, tiempos y visitas al taller. Acá mencionan los siguientes puntos a tener en cuenta.
- Cambios de aceite
En un carro a gasolina, el aceite es prácticamente el alma del motor, es decir, toca reemplazarlo aproximadamente cada 5.000 a 10.000 kilómetros para evitar desgaste de piezas internas y mantener el funcionamiento en buen estado. En el caso de eléctricos, este capítulo ni siquiera existe: al no tener un motor de combustión, no requieren aceite.
- Sistema de frenos
Los frenos de los vehículos a gasolina suelen desgastarse más rápido, especialmente en trayectos en la ciudad donde el pare-arranque es la norma. Los eléctricos, en cambio, cuentan con un aliado silencioso y es el frenado regenerativo. Este sistema utiliza el mismo motor para ayudar a desacelerar, lo que reduce la intervención de los frenos tradicionales y extiende notablemente su vida útil.
- Transmisión: complejidad vs. simplicidad
Las transmisiones de los carros a gasolina ya sean mecánicas o automáticas, incluyen varios componentes que requieren atención frecuente y, en caso de fallos, pueden representar un gasto considerable. Los eléctricos simplifican este panorama con transmisiones generalmente de una sola velocidad, propensos a menos daños.
- Filtros, bujías y correas
En un vehículo a gasolina, los cambios de filtros de aire, bujías y correas hacen parte de los mantenimientos regulares. En los eléctricos, ese listado es mucho más breve. No utilizan bujías ni correas, y solo requieren la revisión del filtro de cabina, un proceso sencillo y más espaciado en el tiempo.
- Baterías: dos mundos distintos
Mientras que los carros a gasolina usan una batería convencional que suele durar entre 2 y 4 años, los eléctricos están equipados con un paquete de alto voltaje pensado para acompañar al vehículo durante mucho más tiempo (entre 8 y 10 años o incluso más, según el modelo y los hábitos de uso). Esto convierte a la batería en uno de los elementos determinantes que marca la diferencia entre ambos sistemas de propulsión.
Le puede interesar: Los carros eléctricos más vendidos en Colombia en noviembre 2025: Tesla entra a la lista
¿Qué tipo de carro resulta más conveniente?
Después de revisar las diferencias de mantenimiento y las consideraciones prácticas, Kia ofrece algunas pautas para identificar qué tipo de vehículo se ajusta mejor a las necesidades de cada conductor.
No se trata solo de tecnología, sino del estilo de vida y las condiciones en las que se usa el carro.
Cuando un eléctrico es la mejor opción
- Buscan reducir gastos de mantenimiento a largo plazo.
- Tienen acceso a un punto de carga, ya sea en casa o público.
- Valoran la sostenibilidad y desean reducir su impacto ambiental.
- Realizan trayectos urbanos o recorridos de distancia media de manera frecuente.
Cuando un carro a gasolina sigue siendo el más práctico
- Conductores que viajan con frecuencia por zonas rurales o regiones donde la red de carga es limitada.
- Personas que aún no cuentan con acceso fácil a infraestructura de carga.
- Quienes prefieren un costo inicial más bajo y no desean invertir de inmediato en tecnología eléctrica.
🚗🚗🚗 ¿Ya está enterado de las últimas noticias de Autos? Lo invitamos a visitar nuestra sección en El Espectador.