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Mercedes recargado

Con el fin de renovar y ampliar su portafolio, la marca alemana lanzó la ML 250 CDI.

El Espectador
20 de abril de 2012 - 11:32 p. m.

Consciente de la importancia de responder a las necesidades cada vez más específicas de los clientes y seguidores de la marca, Daimler Colombia, representante de Mercedes-Benz en el país, decidió lanzar la tercera generación de la Clase M en todos sus concesionarios de Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Pereira, Bucaramanga, Ibagué, Cartagena, y Tunja.

La ML 250 CDI se define como un vehículo que combina potencia, dinamismo, expresividad, eficiencia y suavidad. Además, es la más vendida de su segmento, con más de 1,2 millones de unidades producidas. Thomas Weber, miembro de la junta directiva de Daimler AG, y responsable de Investigación del Grupo y Desarrollo de Mercedes-Benz Cars, resume la esencia de este modelo: “La Clase M siempre tuvo como objetivo combinar el confort y el lujo de una berlina con la aptitud todoterreno y la emocionalidad de un SUV”.

Adicionalmente, el tener una eficiencia y economía de consumo similares a las berlinas más austeras de la estrella, hace de este todoterreno un vehículo aún más atractivo. A las bondades anteriores se suma la responsabilidad que asume en relación con el medio ambiente. ¿Cómo lo hace? A través de un conjunto de medidas BlueEfficiency integrales que contribuyen a evitar el desperdicio.

Desde la función de parada y arranque ECO, pasando por la caja automática secuencial de 7 velocidades de serie (7G-Tronic Plus), y llegando al motor diesel biturbo, este vehículo es una prueba tangible de que el auténtico lujo reside en la moderación.

La nueva Clase M también promete una conducción relajada y segura. Ingenieros del departamento de desarrollo del Mercedes Technology Center perfeccionaron numerosos detalles para mejorar el confort acústico y reducir las vibraciones. Este aspecto, denominado NVH (Noise, Vibration, Harshness, ‘ruido, vibraciones y asperezas’), influye en gran medida sobre el ambiente de bienestar a bordo y la seguridad psicofísica, principalmente en viajes largos. La base del confort NVH en la Clase M es la elevada rigidez de su carrocería.

Como si fuera poco, ofrece una gran habitabilidad, por ejemplo, gracias al amplio ángulo de apertura de las puertas es posible sujetar hasta tres sillas para niños en paralelo en el asiento trasero. En definitiva, se trata de un modelo para conducir, disfrutar y contemplar.

Por El Espectador

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