El estudio habla por sí solo. Según Deloitte (firma global de servicios profesionales), para 2020 diez grupos de empresas fabricantes de autos, con base en seis mercados principales, serán responsables del 90% de las ventas de automóviles en el mundo.
En este nuevo reporte, titulado “Acelerando hacia 2020”, los líderes del sector automotor de Deloitte vislumbran un nuevo balance mundial, que resultará en más competidores situados en centros de manufactura emergentes, cambiando la estructura actual, que incluye una mezcla de 14 jugadores principales en cuatro mercados regionales claves.
“Un nuevo panorama competitivo se está desarrollando”, expresó Hans Roehm, socio líder de la Práctica Global de Industria de Manufactura de Deloitte, quien además agregó que “las condiciones económicas mundiales y la dinámica del mercado llevarán a la industria a experimentar profundos cambios estructurales que serán la base para el crecimiento futuro de la industria. China e India emergerán como jugadores de peso que se sumarán a los centros de diseño y de manufactura ya establecidos en Europa Occidental, Japón, Corea y Estados Unidos”.
En el estudio, los expertos de Deloitte para la industria automotriz ofrecen sus perspectivas en cuanto a los cambios en el ambiente competitivo y en las preferencias de los consumidores, los desarrollos tecnológicos más significativos y las tendencias de la fuerza laboral que se espera transformen la industria en la próxima década.
En relación con los cambios estructurales, Gabriel Renero, socio líder de la Práctica de Manufactura de Deloitte en México, considera que “para mantenerse competitivas, las principales compañías automotrices emprenderán cambios y capacidades regionales para establecerse de forma más agresiva en regiones de manufactura de bajo costo”.
De acuerdo con el estudio, se tienen identificadas siete tendencias en las preferencias de los consumidores, las cuales sentarán las bases para el desarrollo, fabricación y comercialización de autos hacia 2020. Estas tendencias incluyen: consumo responsable; mayor poder de compra (nueva riqueza en mercados emergentes); ‘movimiento verde’ (costo vs. conciencia ecológica); seguridad; conectividad; internet como canal de ventas; y necesidades cambiantes.
En los mercados maduros, destaca el estudio, las preferencias y actitudes de los compradores de vehículos estarán influenciadas por la recesión económica, lo que aumentará el énfasis en el valor del dinero. Los consumidores demandarán un mayor número de autos con “tecnologías verdes”, pondrán un mayor énfasis en las innovaciones relacionadas con los atributos de seguridad de los vehículos y demandarán mayores capacidades de comunicación dentro del vehículo para poder estar conectados a sus computadoras, teléfonos celulares, trabajo y hogares.
Por su parte, para 2020, los consumidores en mercados emergentes no sólo representarán la opción de crecimiento para las ventas de esta industria, sino que también mostrarán cambios en sus preferencias de compra actuales, incluyendo el cambio en sus predilecciones para ir más allá de los vehículos básicos para adoptar unos de mayor lujo.
“Las empresas automotrices tendrán complicaciones para realizar las inversiones requeridas y desarrollar las capacidades necesarias para aprovechar estas tendencias”, añadió Renero. “La clave del éxito dependerá de la capacidad de los fabricantes de automotores para definir y ejecutar las estrategias adecuadas que les permitan satisfacer las necesidades de sus clientes en cada región del mundo de forma flexible y rentable”.
El estudio también destaca tres tendencias tecnológicas que brindarán, en la próxima década, oportunidades para las ensambladoras y los proveedores de la industria automotriz: tecnología de motores y la transición a lo eléctrico; el cambio de lo mecánico a lo electrónico y la movilidad de baja tecnología.
“La carrera por producir y comercializar vehículos eléctricos (VE) se está acelerando”, anotó el doctor Martin Hoelz. “Para el año 2020, los vehículos eléctricos y otros autos ‘verdes’ representarán hasta un tercio de las ventas globales totales en los mercados desarrollados y hasta 20% en las áreas urbanas de mercados emergentes”.
Por último, el estudio señala que la nueva era de la industria se caracterizará por dinámicas diferentes en fuerza laboral. En este mercado, orientado al cliente, los fabricantes y proveedores se enfocarán en institucionalizar la flexibilidad en sus costos laborales, utilizando trabajadores no tradicionales, así como esquemas innovadores de compensación y para las jornadas de trabajo.