Los accidentes de tránsito en Bogotá se han convertido en la primera causa de muerte en niños de cuatro años, en la segunda en el caso de los infantes de menos de dos años y en la cuarta en aquellos que aún no cumplen sus primeros 12 meses de vida.
A pesar de estas preocupantes cifras que dio a conocer la Secretaría de la Movilidad, el uso de la silla de seguridad para niños en los carros aún no se ha convertido en un hábito de todos los padres. Ya han pasado diez años desde que se expidió la norma que obliga su utilización hasta los dos años y lo recomienda en quienes aún no cumplen los cinco, y los resultados no son alentadores.
El año pasado, por ejemplo, aumentaron casi en un 24% los accidentes de tránsito que involucran niños y muchos de ellos resultaron seriamente lesionados por no ir en su silla o viajar en una de mala calidad.
Para intentar contrarrestar esta situación, marcas como Renault, Peugeot, BMW y Mercedes han implementado el sistema Isofix en sus asientos, el cual reduce hasta en un 22% las lesiones graves en caso de choque. ¿Cómo? Mejorando la estabilidad de los asientos cuando se presenta un impacto lateral y disminuyendo el recorrido de la cabeza hacia adelante si se produce un impacto frontal, evitando, de esta forma, el efecto latigazo, que causa traumatismos cervicales.
Ángela Pulido, gerente de Baby Station, uno de los principales importadores de estas sillas en el país, explica que lo ideal es que los menores de edad viajen en ellas por lo menos hasta los 10 años, como sucede en Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa, debido a que se tiene en cuenta que antes de esa edad no se tiene la posibilidad de sujeción voluntaria al automóvil, pues los pies no alcanzan a tocar el piso y este es un factor determinante en el momento de un siniestro.
Lo importante, concluye, es escoger el modelo adecuado teniendo en cuenta, más que la edad, el peso del niño.
Cómo escoger la silla adecuada para su hijo
Antes de comprarla
Recuerde que existen tres grupos de sillas de acuerdo con el peso: el 0+, que es hasta los 13 kg, es decir, desde el nacimiento hasta los 12 meses; el 1, entre los 9 y 18 kg, pensado para niños desde los nueve meses hasta los cuatro años, y el 2/3 que es para infantes que pesen de 15 a 36 kg.
Hasta los 12 meses
Prolongue tanto como pueda el uso de una silla del grupo 0+. Hasta el primer año, los bebés viajan mejor protegidos en la posición de espaldas a la marcha, pues en caso de choque la energía del impacto es absorbida por la carcasa de la silla y los cinturones.
A la hora de cambiar
El bebé estará listo para pasar a una silla del grupo 1 cuando la parte superior de sus orejas rebase la línea superior del respaldo. Asegúrese de que la cabeza quede perfectamente protegida y no se preocupe si las piernas se salen.
Y cuando crecen
En el momento en que los hombros del niño estén dos centímetros por encima de las hendiduras superiores de los arneses de la silla, es hora de cambiarla por la del grupo 2/3. Cuando alcance los 1,35 o 1,50 metros de estatura, ya podrá viajar en un asiento para adultos.