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Híbrida, a gasolina y eléctrica. Hoy, esta última. El pionero de la marca en su tipo para Colombia. Un cero emisiones que adopta su lenguaje actual. Con las dimensiones de los eléctricos que triunfan en el plano urbano y, por lo general, no decepcionan en carretera, si se hace una buena planeación o el recorrido no supera los 400 kilómetros que el Jeep Avenger promete en su ficha.
Lo cierto es que la planeación es clave para salir de la ciudad tanto en el primer eléctrico de Jeep en Colombia como en todos los EV del mercado. Por eso hay aplicaciones que miden distancias, calculan consumos y sirven de mapa e itinerario para quienes deciden viajar en vehículos con este tipo de propulsión.
Ahora bien, el Jeep Avenger, que se anunció en el Salón del Automóvil de Bogotá de 2025 y empezó a venderse a finales de mayo, no pretende ser el eléctrico de mayor rango, el más potente ni el que mayor equipo o tecnología ofrece.
El SUV que la firma norteamericana fabrica en Polonia sobresale por su sencillez. Sí, adjetivos como este definen su encanto; se suman otros como amplio, suficiente y acogedor. Jeep logró un producto sin mayor complejidad. Un eléctrico que no complica a ningún usuario primerizo en este tipo de propulsiones, con una correcta distribución interior.
El primero, un compacto
El primer eléctrico de Jeep en Colombia es una SUV compacta. Avenger tiene 4.084 mm de largo, 1,776 de ancho (con espejos), 1.535 de alto y una distancia entre ejes de 2.557 mm. Ofrece una capacidad en el baúl de 355 litros y su peso bruto es de 2.015 kg.
Su silueta es sinónimo de la marca, con una parrilla no perforada, con las siete líneas verticales que identifican al fabricante, pero abandona el cuerpo lumínico en forma de círculo, tomando dos líneas horizontales en LED, que dan mayor impresión de un vehículo eléctrico. Esa sensación de carro acogedor se basa en un interior que no intenta ser ostentoso. Usa una silletería tapizada en tela, un centro multimedia con pantalla táctil de 10 pulgadas y un panel de instrumentos de 10,25”. Este señala el nivel de uso energético y regeneración (del frenado regenerativo, claro), así como el rango disponible, velocidad y nivel de carga, entre otros.
Llama la atención su techo panorámico bitono, la conectividad inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto y seis parlantes que ofrecen una experiencia adecuada. Hay un botón de encendido, climatización de doble zona y ajuste manual para la persona al volante y quien se ubique a su lado.
En movimiento
Avenger usa una batería de iones de litio de 54 kWh. Es tan reactivo como la mayoría de eléctricos del mercado y ofrece los suficientes 154 caballos de potencia y 260 Nm de torque. Incluye los modos de manejo Eco, Arena, Normal, Sport, Barro y Nieve.
Dos puntos contrastan al volante: la adecuada insonorización de ruidos exteriores y su dinámica. Brilla en el espacio reducido y genera un contraste entre sus dimensiones y su capacidad, salvo esa quinta plaza trasera, en el medio, donde las rodillas y los pies del ocupante encontrarán obstáculos como el túnel de transmisión.
El paquete de seguridad que Jeep incorporó en Avenger incluye seis bolsas de aire, ABS, EBD, HDC, cámara trasera, sensores de estacionamiento, anclajes Isofix, freno de emergencia, frenado autónomo de emergencia, control crucero adaptativo, alerta de punto ciego y asistente de mantenimiento de carril, entre otros.
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Un eléctrico a tener en cuenta. Sin mayor complicación. Concebido como un compacto con la distribución adecuada para albergar a cuatro personas de forma cómoda y al día en conectividad y asistencias a la conducción. Su precio es de $163′000.000.
