Su nombre significa Vehículo Personal Aéreo y terrestre. Pertenece a la compañía holandesa PAL-V Europe BV, que lo describe como una nueva clase de automóviles que “ofrecen una libertad sin precedentes, aventuras, flexibilidad y placer, en un mismo producto”.
PAL-V One es una especie de cabina de helicóptero reducido al mínimo con tres pequeñas llantas. Tiene capacidad para dos personas y velocidad máxima de 180 Km/h tanto en tierra como en aire. Tiene mecanismos propios de las motos a la hora de tomar curvas, pues gestiona las fuerzas laterales y no permite su volcamiento.
El vehículo tendrá un pequeño motor Mazda y una propela que tiene la función de ser un elemento de propulsión para poder elevarse, similar a la de un autogiro. Podría funcionar con gasolina, bio-diesel o bio-etanol.
Para su transformación en vehículo volador el motor debe detenerse. La cola se extiende y al arrancar se desdobla la hélice de alas plegables que carga en la parte posterior de la cabina. Para poder despegar se requiere de una pista especial, puede ser asfalto o pasto, con una longitud de al menos 165 metros. Para aterrizar se necesitan al menos 30 metros.
El PAL-V volaría en el espacio aéreo reservado para incontrolados, es decir que puede despegar en cualquier país sin tener que presentar un plan de vuelo.
Mide 13.1 X 5.2 X 5.2 m, pesa 765 kilógramos y puede transportar una carga de 228 kilos, para un peso bruto máximo de 903 kilos. La compañía dice que es fácil de maniobrar e incluso si el vehículo llegase a fallar en el aire tiene mecanismos de emergencia para aterrizar sin ningún contratiempo.
Sin embargo, los primeros en utilizarlo serían la policía y los cuerpos de rescate, ya que para su uso extendido habría que cambiar las leyes de circulación general, como la obtención de una licencia que requeriría de 20 a 30 horas de instrucción previa.
Por El Espectador
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