El boom petrolero y minero que vivió el país el año pasado ha sido el principal incentivo para que el segmento de camiones y tractomulas se dispare como uno de los más prósperos dentro del mercado automotor.
Delio Forero, gerente de la Sucursal de Américas de Praco Didacol y gerente de Hino Pesados, reconoce que si bien el sector pasa por un buen momento, se está llegando al punto de saturación a causa de la gran demanda que hubo el año pasado y como consecuencia en este 2012 se ha registrado un descenso comparado con 2011. “Por ejemplo, Ecopetrol se encuentra depurando a sus contratistas porque este año no hubo tanto trabajo como el pesado y eso influyó en el stock”.
Sin embargo, Juan Felipe Villegas, gerente comercial de Kenworth y de Industrias Ivor S.A. Casa Inglesa, tiene una visión más optimista, aunque reconoce que hay un crecimiento dinámico y es consciente de que existen limitantes: “El mercado en los últimos dos años está repuntando, pero hay variables que afectan, como la demora del Ministerio en la aprobación de las pólizas de chatarrización para hacer las matrículas, que se demora más de 60 días, y la pobre infraestructura hace que los tiempos de viaje se extiendan y el servicio sea ineficiente”.
Con todos los pros y contras, en términos generales el balance del sector es bueno. De acuerdo con un estudio realizado por la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), el parque automotor de vehículos de carga ha crecido 124,07% en los últimos 11 años.
Lo anterior se ve reflejado en el movimiento de carga del país, pues en 2000 se movilizaron 91,24 millones de toneladas de carga y el año pasado se transportaron 140,55 millones.
El parque automotor de carga también ha crecido exponencialmente: a 2011 lo conformaban 326.377 vehículos, de los cuales los rígidos representan el 85,53%, algo así como unas 279.142 unidades; mientras que los articulados apenas alcanzan el 14,47%, esto es, unos 47.235 carros.
Según las estadísticas de Hino Pesados, el año pasado se vendieron 11.500 unidades en cuanto a maquinaria doble troque, mientras que para este se calcula un aproximado de 700 unidades. Por su parte, la distribuidora Casa Inglesa registró un total de ventas de 1.250 unidades tracto y en lo que va corrido del semestre se han entregado cerca de 650.
En conclusión, los articulados siguen mandando en el mercado, aunque se ve un repunte significativo en los rígidos, puntualmente en las volquetas.
Afortunadamente la inseguridad en las carreteras se ha superado. Hace unos años los transportistas estaban reacios a adquirir algún vehículo, pero actualmente la situación ha mejorado y eso repercute en las ventas, sin dejar de lado los sectores petrolero, carbonífero y de infraestructura, que son grandes demandantes de este segmento.
Los expertos también opinan que con la entrada en vigencia de los TLC el mercado se abrirá más, con nuevas ofertas que favorecerán a clientes y distribuidores. Pues en últimas lo que persiguen cuando invierten en un vehículo de estas características, según la opinión de Delio Forero, es precio razonable, respaldo posventa (repuestos y servicios), calidad y confiabilidad.
Por su parte, Juan Felipe Villegas coincide en los anteriores aspectos, pero añade unos muy importantes, como precio competitivo y asequible, tiempo de entrega y uno clave: que el valor de reventa del equipo usado no se desvalorice tanto, de ahí la importancia de elegir la marca más adecuada, mejor posicionada y que cumpla con las necesidades del usuario.