Publicidad

¿Por qué su carro se ahoga, qué lo causa y cómo resolver ese problema?

Aunque suele considerarse un daño menor, el motor que se ahoga es una alerta que no debe pasarse por alto. Identificar a tiempo sus señales puede ahorrarle complicaciones y evitar reparaciones más costosas.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
David Vásquez Herrera
20 de septiembre de 2025 - 09:00 p. m.
El ahogo del motor corresponde a pérdidas de potencia que pueden ser temporales o permanentes, especialmente al momento de acelerar.
El ahogo del motor corresponde a pérdidas de potencia que pueden ser temporales o permanentes, especialmente al momento de acelerar.
Foto: Pexels
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Uno de los problemas más incómodos al manejar ocurre cuando el carro empieza a perder fuerza, se apaga de manera repentina o el motor no logra mantenerse encendido. A esta situación se le conoce comúnmente como que el vehículo “se ahoga”, un fallo que puede presentarse en diferentes momentos de la conducción y que resulta desconcertante para los conductores.

Sobre este tema, Carlos Badillo, asesor experto de Renault, señala que el ahogo del motor corresponde, en esencia, a pérdidas de potencia que pueden ser temporales o permanentes, especialmente al momento de acelerar. El síntoma más claro es que, al hundir el pedal, el motor no responde como debería o responde de manera irregular, presentando intervalos de potencia en lugar de una entrega continua.

De acuerdo con Badillo, para que un motor de combustión funcione correctamente necesita que cuatro factores trabajen en equilibrio: un flujo de aire adecuado, una alimentación de combustible óptima y regulada, una chispa precisa en el momento exacto y una buena compresión. Si alguno de estos elementos falla, es probable que el carro pierda potencia y termine ahogándose en determinadas condiciones de uso.

Como ejemplo, el experto menciona el caso de la parte eléctrica. En los motores monocilíndricos, presentes sobre todo en motocicletas, un fallo eléctrico relacionado con la chispa puede provocar que el motor se ahogue, aunque lo más común es que simplemente no encienda. Esto se debe a que cuentan con un solo elemento de encendido: una bujía, un cable de alta y una bobina. Si alguno de estos falla, el motor no arranca. En cambio, en motores de dos cilindros o más, las pérdidas de potencia sí pueden presentarse de forma intermitente o permanente. Esto ocurre porque, al tener varias bujías, bobinas y cables de alta, el motor continúa funcionando con los cilindros que trabajan bien, pero al llegar al que presenta la falla se produce el ahogo.

El especialista resalta que, dentro del sistema eléctrico, los primeros elementos a revisar son las bujías, ya que tienen contacto directo con la combustión. Después se debe verificar el capuchón, que conecta la bujía con el cable de alta, y en algunos casos la bobina, que puede estar incorporada en el conector. Esta última es la encargada de transformar los 12 voltios de la batería en un voltaje mucho más alto, cercano a los 12.000 voltios, necesario para generar la chispa.

Si estos componentes se encuentran en buen estado, el paso siguiente es inspeccionar los cables de alta, cuyo desgaste o daño también puede provocar fallos. Finalmente, se revisa el alternador, encargado de convertir la energía mecánica del motor en energía eléctrica.

Ahora bien, no basta con que la chispa exista, es fundamental que se produzca en el momento exacto. De no ser así, el problema puede estar en la sincronización del motor, lo que requiere una revisión más detallada para asegurar que la chispa y el movimiento de los pistones estén trabajando de manera coordinada.

¿Qué debe hacer un conductor en esta situación?

Cuando un carro comienza a ahogarse mientras está en movimiento, lo primero que recomienda Badillo es detener el vehículo. La razón es sencilla: además de ser incómodo y generar preocupación en el conductor, insistir en manejar en esas condiciones puede agravar la falla. Una vez detenido, se podría intentar revisar los elementos básicos que intervienen en la combustión, pero esto requiere conocimientos técnicos que la mayoría de conductores no suele tener. Por eso, si al abrir el capó no se observa algo evidente, como un cable de alta suelto o un conector mal ajustado, lo más sensato es llamar una grúa y llevar el carro directamente al taller.

Forzar el motor en estas circunstancias puede traer consecuencias serias. Entre ellas, un consumo excesivo de combustible, desgaste prematuro de piezas internas y hasta cascabeleos que generan sobreesfuerzo en los componentes que sí están funcionando correctamente, al tener que compensar la falta de potencia en los que fallan.

En ese sentido, lo más recomendable es no improvisar ni arriesgarse a seguir circulando con el carro en mal estado, sino buscar asistencia técnica de inmediato para que el problema sea diagnosticado y resuelto adecuadamente.

Recomendaciones para prevenir que el motor se ahogue

Para el experto, una de las mejores formas de evitar que el motor se ahogue con frecuencia es mantener al día el plan de mantenimiento del vehículo. Cumplir con las revisiones recomendadas por el fabricante permite detectar piezas desgastadas antes de que fallen y así prevenir daños mayores. Entre las acciones más importantes se destacan:

  • Revisar y cambiar filtros: tanto el de aire como el de combustible deben inspeccionarse en cada mantenimiento. Un filtro obstruido afecta directamente la combustión y puede generar pérdida de potencia.
  • Sincronizar el motor: ajustar la sincronización asegura que la chispa, el aire y el combustible trabajen en el momento exacto, lo que evita fallas de respuesta al acelerar.
  • Limpiar el sistema de admisión: ya sea el cuerpo de aceleración en motores modernos o el carburador en vehículos más antiguos, mantener estas piezas libres de suciedad favorece una combustión eficiente.
  • Calibrar las válvulas: en motores que no cuentan con autocalibración, este procedimiento es fundamental para mantener la compresión en niveles óptimos.
  • Usar combustible de calidad: tan importante como el mantenimiento mecánico es la calidad del combustible. La gasolina contaminada con agua, mugre o impurezas puede afectar el desempeño del motor y provocar que se ahogue.
  • Abastecerse en estaciones certificadas: evitar el combustible de contrabando o proveniente de pimpinas es clave, ya que no cumple con los procesos de tratamiento adecuados y aumenta el riesgo de daños en el motor.

🚗🚗🚗 ¿Ya está enterado de las últimas noticias de Autos? Lo invitamos a visitar nuestra sección en El Espectador.

David Vásquez Herrera

Por David Vásquez Herrera

Periodista de la Universidad Uniminuto, con diplomado en comunicación estratégica para las organizaciones.@davas_fcdvasquez@elespectador.com

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.