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Viajar con más equipaje del habitual o llevar bicicletas en el carro es una práctica cada vez más común, ya sea para vacaciones, actividades deportivas o planes de fin de semana. Sin embargo, el uso de portaequipajes y portabicicletas no es solo una cuestión de comodidad o espacio, también implica responsabilidades en materia de seguridad vial y cumplimiento de la normativa.
De acuerdo con Andrés Nieto Ramírez, experto en seguridad vial y director del Observatorio de Seguridad y Convivencia de la Universidad Central, para entender el auge de estos accesorios en Colombia, es necesario analizar tres aspectos importantes.
Lo primero es tener claro que no todos los portaequipajes, portabicicletas o minigrúas sirven para todos los vehículos. En la práctica, muchos usuarios eligen estos elementos por precio, diseño o porque “se ven bien” con el carro, cuando lo realmente relevante es la especificación técnica. “Aunque muchos de estos productos sean genéricos, de fabricación nacional y más económicos, eso no garantiza que sean los adecuados. Una mala elección puede terminar afectando el vehículo o, peor aún, generando un siniestro vial”, señala el experto.
El segundo factor está directamente relacionado con las especificaciones técnicas y de seguridad vial. Según Nieto, estas no son un simple formalismo, ya que están claramente definidas en el manual del usuario y del conductor, donde se indica el peso máximo que el vehículo puede soportar sin comprometer su comportamiento en la vía.
Cuando ese peso se supera, se ven comprometidos sistemas como los frenos, la suspensión, la estructura del vehículo e incluso el desempeño del motor y la inyección. En palabras del experto, el carro deja de responder igual, ante un frenado de emergencia o una maniobra rápida, el comportamiento ya no es el mismo, y ahí es donde el riesgo aumenta.
Adicionalmente, Nieto advierte que, bajo la normativa internacional, este tipo de fallas no recaen sobre el fabricante. “La responsabilidad es del conductor, quien, al conocer las especificaciones técnicas de su vehículo, no debería exceder los límites de carga”, afirma.
Y un tercer factor son las dimensiones, por ejemplo, en el caso de una parrilla superior, esta no debería sobresalir más de 50 centímetros por encima de la altura original del vehículo ni exceder sus dimensiones generales. Lo mismo aplica para los sistemas de arrastre, ya que no se trata solo de “llevar algo atrás”, sino de respetar los límites para los que el carro fue diseñado.
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¿Cuál es la multa y por qué pueden ser varias?
En materia de sanciones, Nieto explica que el Código Nacional de Tránsito es claro: cuando un vehículo circula con portaequipajes, portabicicletas o sistemas de arrastre que exceden el peso permitido, aplica la infracción correspondiente, con una multa de hasta 30 salarios mínimos legales diarios vigentes. Para 2025, esto representa una sanción superior a COP $1.400.000.
“El punto es que no se sanciona por llevar el accesorio, sino por sobrepasar el peso autorizado, el cual está claramente definido en la tarjeta de propiedad, el RUNT y el manual del usuario”, advierte Nieto.
Y ojo, porque ahí no termina todo. Si esa carga adicional tapa la placa, se suma otra multa por obstaculizar su visibilidad, que supera los COP $350.000. Lo mismo ocurre si afecta el funcionamiento o la visibilidad de direccionales, luces de freno o estacionarias, lo que implica una sanción adicional.
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