Todavía quedan ecos del Salón del Automóvil y uno de ellos es el nuevo Clio automático, equipado con una caja especialmente diseñada para las exigencias de la topografía nacional.
Si de algo se puede preciar la marca del rombo es de la calidad y desempeño de sus transmisiones. Y para el Clio, un auto deportivo, con carácter juvenil, los ingenieros crearon una caja de velocidades autoadaptativa (proactive), la cual cuenta con el comando electrónico ‘D3’ o ‘tercera impuesta’, que permite operar la caja únicamente en las tres primeras marchas, impidiendo que se acople la cuarta velocidad (overdrive), todo con el objetivo de transmitirle al vehículo un mayor torque cuando sea necesario.
La caja viene con el sistema “Break assistance”, que se activa cuando el conductor pisa el pedal del freno y levanta el pie del acelerador, generando un frenado más seguro. Otra de las funciones que incorpora el Renault Clio automático es el control antideslizamiento, el cual se activa mediante un botón situado en la base de la palanca con el objetivo de que el vehículo arranque en segunda marcha, garantizando la máxima adherencia de las ruedas en superficies deslizantes. La caja del Renault Clio automático viene con siete memorias de estilos de conducción, cada una con 10 variaciones posibles.
El Renault Clio versión automática tiene una motorización de cuatro cilindros en línea, doble árbol de levas, culata de 16 válvulas y 1.600 centímetros cúbicos capaz de desarrollar 110 caballos de potencia a 5.750 rpm.
En materia de seguridad con sistema de frenos ABS y REF (Repartidor Electrónico de Frenado), además de la dirección asistida progresiva. En equipamiento incluye comando satelital para manejar el radio desde el timón, espejos retrovisores perfilados para una mayor amplitud visual y que eliminan puntos ciegos, air bag para el conductor y pasajero e incorpora guardafangos antichoque, elaborados en material plástico de alta resistencia, así como apoyacabezas traseros con reglaje en altura y tanque de gasolina situado delante del eje posterior, con lo cual se limita el riesgo de que se afecte, en caso de choque.