En un futuro no muy lejano, el año 2008 será para la marca francesa Renault uno de los más importantes de su historia. Cuando hayan pasado muchos calendarios, se recordará que en ese año entraron al mundo de los 4x4, con un vehículo imponente y llamativo, bautizado bajo el nombre de Koleos.
Y en Colombia, un país que aprendió a querer los modelos del emblema del rombo, la llegada del primer 4x4 de Renault también fue recibido con grandes expectativas y se convirtió en una agradable noticia para los fieles seguidores de la marca, quienes tenían que recurrir a otras opciones para satisfacer sus necesidades.
El Koleos no sólo fue producto de la necesidad de llegar a un segmento de un gran crecimiento de la industria automotriz, sino que fue el resultado de un trabajo serio y responsable de la casa matriz, desde donde se trabajó cada uno de los detalles, en cuanto a diseño y tecnología.
Y el resultado fue la combinación de unas líneas dinámicas y modernas, con un carácter fuerte y que de entrada deja entrever sus capacidades para sortear terrenos difíciles.
Además, se buscó, como se ha vuelto característico en las diferentes ofertas del mercado, una comodidad interior propia de un sedán, con un comportamiento destacable tanto en ciudad como en terrenos exigentes. Además, se tomó toda la experiencia de Nissan en materia de transmisiones y en todo lo que tiene que ver con el apasionante mundo 4x4, como el descenso de montaña y el asistente de encendido en cuestas.
Es así como el Koleos fue concebido, desde sus orígenes, con una transmisión integral, que permite, en su posición automática, que el torque (controlado de manera electrónica), reparta la fuerza entre el tren delantero y trasero, adaptándose a las condiciones de adherencia de la superficie.
Para la distribución de fuerzas, el Koleos cuenta con un controlador de última generación, el ‘all mode 4x4i’, desarrollado por Nissan para la X-trail, el cual utiliza la información suministrada desde el motor y de diferentes sensores (llantas, velocímetro, aceleración lateral y longitudinal, ángulo del timón y posición del acelerador) para optimizar de manera inmediata la tracción.
El Koleos monta un motor de 2.5 litros (TR25), el cual desarrolla 170 caballos de potencia y se acopla a una caja de seis velocidades, tanto en la versión automática como en la mecánica. El torque máximo lo alcanza a las 4.000 revoluciones por minuto.
La caja automática es progresiva y evalúa tres parámetros; el estilo del conductor, el perfil de la vía y las reacciones instantáneas de quien está al volante.