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Renault Fluence por todo lo Alto

Ensamblado en Argentina, este modelo, en sus versiones 1.0 y 2.0 litros, significa el regreso de la marca del rombo al segmento de los sedanes de gama alta.

El Espectador
30 de mayo de 2011 - 09:17 p. m.

En los calendarios de los escritorios de los directivos de Sofasa-Renault, el 12 de mayo de 2011 aparecía resaltado desde hace varios meses. No porque se tratara de la celebración de un aniversario o algo parecido, sino porque ese día era en el que podían presentar, con lujo de detalles, el Fluence, un modelo que habían esperado con ansiedad y que significa el regreso de la marca del rombo en el segmento de los sedanes de gama alta.

Y lo querían tener en vitrinas lo más pronto posible porque en su primer laboratorio de pruebas, en el Salón Internacional del Automóvil del año pasado en Bogotá, ante el máximo juez, el público, los resultados habían sido más que satisfactorios. Si bien en ese momento era difícil hablar de precios, el interés de los compradores no se hizo esperar y muchos de ellos, como lo hicieron saber, estaban atentos al momento de su presentación en sociedad.

Pero quizás, en ese entonces, no alcanzaban a imaginar los esfuerzos que estaba haciendo la marca para lograr de la casa matriz un precio altamente competitivo y con el que pudieran entrar con fuerza en un mundo dinámico y exigente, en el que esperan, según palabras de su gerente comercial, Juan Carlos Buitrago, “vender entre 230 a 250 unidades al mes, en un segmento que está alcanzando las 13.000”.

Después de muchos ires y venires, en el día señalado en la ciudad de Santa Marta, la escogida para el lanzamiento en el país, el secreto dejó de serlo. El Fluence, en su versión 1.6 Confort, la más básica, arranca en $44’990.000, mientras que la 2.0, con caja CVT y cuero, la más equipada, se extiende hasta los $56’490.00.

El Fluence, ensamblado en la planta de Santa Isabel, en Córdoba, Argentina (tuvo una inversión de 96 millones de euros) y que es producto de la alianza Renault-Nissan, hace parte de la nueva identidad corporativa de la marca francesa, en la que ponen de manifiesto que el automóvil tiene que adaptarse al planeta y en la que el ser humano ocupa un lugar primordial. Además, con él quieren destacar que “Renault es la marca de la gente, en la que se piensa en ella desde el diseño, durante la compra y después de ella”.

Bajo el eslogan “Acostúmbrate a más”, Sofasa considera que tiene argumentos sólidos para triunfar, como lo ha hecho en los más de 80 países en los que se comercializa este modelo. Además, antes de su lanzamiento, capitalizaron la experiencia que tuvieron con el Megane II (están saliendo de las últimas unidades). Realizaron más de cinco millones de kilómetros de pruebas, en 100 vehículos, en diferentes partes del mundo (entre ellas Colombia), con el fin de constatar su fiabilidad.

Para entrar a esta gama trabajaron fuerte, tanto en diseño como en ingeniería. Se la jugaron con un auto de generosas dimensiones, que de entrada lo identifica con lo que es: un sedán. Y se fueron más allá con respecto a sus competidores, por lo que pueden afirmar con tranquilidad que son los ‘más grandes’ del segmento (4.618 mm de largo, distancia entre ejes de 2.702 mm, altura de 1.479 mm y 1.809 mm de ancho con los espejos plegados y una capacidad de baúl de 530 libras). De igual manera, hicieron énfasis en el nivel de equipamiento, en el mejoramiento de los materiales y en la introducción de nuevos motores y suspensión.

Si bien buscan que lo identifiquen como un auto elegante, no quieren dejar a un lado el aspecto deportivo, una combinación que es valorado por los amantes de este tipo de vehículos que, además, son exigentes con las prestaciones. De ahí su nombre, Fluence, que es la combinación de fluidez y elegancia, algo que obtiene con líneas refinadas y bien marcadas en los laterales, con un frontal en el que destacan las luces alargadas, las cuales se integran con la carrocería, mientras que la parte trasera los stops (horizontales) se dividen en dos partes.

Para el mercado colombiano cuenta con dos propulsores que hacen parte de la nueva familia K4M Plus y M4R. Un 1.6 de 16 válvulas de 110 caballos de potencia a 6.000 rpm y un torque de 151 Nm, con una caja manual de cinco velocidades (Motor K4M Plus), que según el fabricante puede llegar hasta los 57 kilómetros por galón; el otro, el 2.0, con potencia de 143 HP también a 6.000 rpm y un torque de 195 Nm, con una transmisión manual de seis velocidades o automática continuamente variable CVT, que ya ha sido probada con éxito en la Koleos.

En su concepción, la seguridad fue un tema prioritario. Es así como cuenta con seis airbags (para las versiones Privilege), cinturones de tres puntos con pretensores y limitadores de esfuerzo, ABS, EBD (Repartidor Electrónico de Frenado), SAFE (Sistema de Asistencia al Frenado de Emergencia), cabeceras activas para evitar afectar el cuello en caso de impacto trasero, sensor de reversa (Privilege) y sensores de lluvia y de encendido de luces. También, dentro de sus novedades y en las versiones Privilege, está la tarjeta inteligente de apertura y encendido, que se activa con solo acercarla al vehículo y permite accionarlo con el botón Start/Stop sin necesidad de insertarla; el sistema bluetooth, control de audio al volante y radio CD MP3 que asegura gran fidelidad; aire acondicionado bizona, sunroof, sensores de lluvia y de luz, espejos plegables electrónicamente y función automática de desempañado. De igual manera, tiene la función “Follow Me”, elemento que permite que las luces permanezcan encendidas hasta dos minutos después de haber salido del vehículo.

La habitabilidad y el manejo placentero fue otro de los aspectos prioritarios, como lo pudo comprobar Autos en la prueba de ruta entre Santa Marta y el Parque Tayrona, en las versiones 2.0, tanto mecánica como automática, que respondieron a la perfección. Eso sí, queda como tarea el manejo en Bogotá de la versión 1.6 que, sobre el papel, puede sonar corta, dadas las dimensiones del vehículo. No obstante, conociendo el trabajo de Renault con sus relaciones de caja, seguramente este aspecto no se notará. “Yo, personalmente, he probado esa versión en Bogotá, y su desempeño ha sido excelente y por eso tenemos la seguridad de que este modelo será muy apreciado por nuestros clientes”, dijo Juan Carlos Buitrago al respecto.

Otro aspecto para destacar es el tablero, sobrio, pero con los elementos necesarios, dispuestos en el volante y la consola, pues en Renault consideran que demasiados aditamentos tienden por confundir al conductor y atentan contra su seguridad. Hay que decirlo, el Fluence se deja manejar (la dirección es asistida eléctrica variable ) y es fácil acomodarse a él, es un vehículo que tiene el poder de seducir, tanto exterior como interiormente, un auto que responde a las exigencias del conductor y que llega al segmento para decir “presente”.

Ficha técnica:

Motor: M4R

Cilindrada: 2.000 c.c.

Potencia: 143 HP a 6.000 rpm

Torque: 1.295 Nm a 6.000 rpm

Transmisión: Mecánica de seis velocidades o automática CVT

Dirección: Asistida eléctrica variable

Suspensión: Del. Tipo Mcpherson con brazo inferior rectangular y barra estabilizadora. Tras. Eje tipo ‘H’, con barras de torsión y barra estabilizadora.

Frenos:Disco adelante y atrás (ABS, REF y SAFE)

Rines: 16 pulgadas.

Por El Espectador

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