Concientizar a las personas que lo barato sale caro ha sido el gran reto de Tulio Zuloaga, presidente de Asopartes. “La gente por unos pesos menos sigue buscando repuestos de contrabando o usados sin medir las nefastas consecuencias que trae para su propia seguridad”.
En esto también coincide Camilo Llinás, presidente de la Asociación Colombiana de Fabricantes de Autopartes (Acolfa), quien asegura que antes de comprar es bueno verificar si es un establecimiento reconocido, que entregue la factura y el certificado de garantía. Los expertos recomiendan comprar partes originales de marca, consultar con un conocedor del tema y asegurarse de que el precio de los repuestos no fije la compra.
Las ensambladoras, por su parte, aseguran que si los clientes desean cuidar su inversión es importante hacerlo siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Para eso es necesario instalar repuestos originales que tengan sus certificaciones y hayan pasado por los estándares de calidad que ofrecen las redes de concesionarios y distribuidores autorizados.
“Cuando se compra en cualquier parte se pone en riesgo el buen funcionamiento del vehículo y el cliente termina pagando más de lo que pretendía ahorrar. El programa que lanzamos de “Kit Instalados” ofrece repuestos al mismo nivel de precios, incluso inferiores a los que se consiguen en la calle”, señala Jaime Gil, gerente nacional de posventa de GM Colmotores.
No se vare por los repuestos
Los inventarios están al alcance de todos. Así como los concesionarios tienen puntos de venta por todo el país, también cuentan con un inventario apropiado para la demanda de los usuarios.
Por ejemplo, Chevrolet tiene la mayor participación en el mercado, de hecho cuatro de cada 10 vehículos que ruedan por las calles son de la marca, lo que ha obligado al fabricante a poseer un inventario de repuestos cercano a los $105 mil millones.
La participación del mercado nacional es importante. De hecho, el 21% de los repuestos que demandan los clientes son de origen local y el 79% restante importados.
En el caso de Praco Didacol, los inventarios se basan en los modelos y volúmenes de vehículos que estén en el mercado. Además, cuenta con su propia red nacional que consta de 30 bodegas y mostradores de repuestos para atender a los clientes en el punto más cercano. Hay que recalcar que la mayoría de sus repuestos proceden de Francia, Japón y China.
“Un representante serio que desee dar un respaldo a su marca debe tener dentro de su presupuesto un porcentaje de inventario de representación o baja rotación, pues es la única manera de asegurarles a los clientes un servicio de calidad con entrega inmediata, en el momento menos esperado”, señala Alfredo Arismendi, gerente nacional de repuestos livianos.
Por otro lado, la marca Kia se ha posicionado muy bien en el mercado nacional y la demanda de repuestos va en aumento. Al día de hoy cuenta con un stock de repuestos bastante amplio, de 35 metros cuadrados de almacenamiento y un costo que llega a los US$12 millones, con una rotación de 3,2 que permite un cambio promedio de cada cuatro meses.
Los repuestos de menor rotación tienen su espacio en una bodega de Miami, que permite contar con un suministro rápido para que el cliente en sólo dos días obtenga la pieza con las características que exige la casa matriz.
La gran pregunta es cómo asegurar un surtido apropiado para que no queden repuestos en el inventario. En la opinión de Fernando Serrano, gerente nacional de posventa de Metrokia, el software de última tecnología y el manejo de códigos de barra permiten mantener la información exacta de las existencias y la ubicación de cada repuesto.
La buena noticia es que los clientes empiezan a tomar conciencia, ya que debido a los altos costos en tecnologías de los automóviles la gente es realista y prefiere adquirir repuestos originales para no arriesgar la inversión que ha hecho. A eso se suma que hay personas que han pasado por la mala experiencia de comprar en sitios no autorizados y se dan cuenta que la durabilidad y garantía que tienen las piezas no se compensa con el menor precio en el que lo pueden conseguir.
Con la firma de los tratados de libre comercio (TLC), habrá una gran oportunidad para tener un suministro más alto y a mejores precios, logrando disminuir así el costo de mantenimiento de los vehículos.
“Al fin y al cabo, con un TLC se hace más asequible lo importado, teniendo también la oportunidad de ofrecer accesorios que hoy en día no se comercializan debido a sus costos elevados”, concluye Serrano.