En las llantas se debe revisar el estado general de la banda de rodadura y de las partes laterales. La presencia de abolladuras o cortes indicará que es imprescindible su cambio. Los testigos de desgaste marcan el mínimo labrado permitido; se encuentran ubicados dentro de los surcos que posee la llanta a 1,6mm de altura. Es aconsejable revisar semanalmente la presión de inflado con las llantas frías y sin olvidar la llanta de repuesto; la presión se debe mantener dentro de los niveles recomendados por el fabricante.
La forma técnica para verificar si el sistema de la dirección está funcionando correctamente es la alineación que se debe realizar con la periodicidad sugerida por el fabricante. Una manera sencilla de saber si la dirección se comporta de manera adecuada es soltar el timón durante la marcha por un espacio corto; si el vehículo tiende a desplazarse hacia los lados, es indicio de que algo está fallando.
En los frenos hay que verificar el nivel del líquido, que debe estar siempre entre el mínimo y el máximo marcados en el depósito. Si se encuentra por debajo del mínimo, pueden existir fugas dentro del sistema. Actualmente, en los vehículos hay diferentes sistemas de frenos dentro de los cuales están los de discos-pastillas y tambores-zapatas.
Dentro de los elementos a inspeccionar en el sistema de la suspensión están los amortiguadores. Algunos síntomas de mal funcionamiento son el rebote excesivo del vehículo en la marcha y fugas de líquido en los amortiguadores.