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Estos vehículos cuentan con la aprobación del Ministerio de Transporte y la Alcaldía de Bogotá. Ingresaron al país con el cero por ciento de arancel y, por sus contribuciones para preservar el medio ambiente, no tendrán Pico y Placa.
La batería se carga en dos horas y alcanza para recorrer hasta 270 kilómetros. Con el apoyo de la empresa de energía, Codensa, se crearán 35 puntos de recarga en el norte, sur y occidente de la ciudad. Estos automóviles tendrán un costo de $86 millones, que se podrán pagar en dos cuotas. El 55% al adquirir el carro y el resto en cuotas durante un año.
Los taxis eléctricos tendrán una matrícula especial para que puedan operar en la capital. Sin embargo, ésta sólo será válida por cinco años. Cuando se cumpla ese tiempo quedará registrado como carro particular.
Bogotá es la primera urbe colombiana en la que se implementa esta tecnología, pero se espera que más ciudades, con el tiempo, se sumen a esta iniciativa.