Conducir es sentir. Es vivir una experiencia de comodidad con ingredientes de velocidad, estabilidad, confort y diseño. Es tener el control en sus manos, la vía a sus pies. Es llevar el acelerador hasta el fondo y considerar que, a una velocidad prudente, la tranquilidad también está asegurada.
Y de eso se trató la prueba de manejo del F-zero, el carro chino traído al mercado colombiano por Praco-Didacol (representante de Peugeot, Daihatsu, Hino y DFM en el país) y que, a simple vista, sorprende. Lo hace su diseño, muy innovador, que logró combinar en un pequeño vehículo los cortes simples de un deportivo en el frente y un hatchback con el gran vidrio trasero, que a su vez lo hace similar al corte del Volvo (stops arriba).
En su interior es básico en los terminados, trae el tacómetro fuera del acostumbrado panel de control y los mandos de luces y limpiabrisas tienen un tamaño adecuado en contraste con el timón, que es ajustable. Viene con aire acondicionado, que a pesar de estar encendido al momento de la puesta en marcha del motor, no pierde mucha potencia ni tampoco fuerza.
También llama la atención su desarrollo en marcha, si se tiene en cuenta la relación entre un motor de 998 c.c. con una caja de cambios de 5 velocidades, con lo cual logra una velocidad promedio en un terreno plano de aproximadamente 120 km/h. Y lo hace en el tiempo justo, con cuatro pasajeros y sin temor a vibraciones, como sucede con algunos modelos en tamaño de carrocería y motor similar.
Este desempeño también lo logra por la altura del carro, adecuada para que el paso del aire no afecte su velocidad y perfecta para que en los terrenos rizados no golpee a sus pasajeros. El baúl es pequeño, el rin es de 14”, las llantas son 165/60, la dirección es hidráulica, el radio viene equipado con obertura para CD y puerto USB, dos exploradoras, capacidad para ocho galones en su tanque de gasolina, tercer stop y seguro para niños en las puertas traseras.
El punto ciego es mínimo y su gran panorámico da un campo de visión generoso. Los espejos retrovisores le ofrecen al conductor la seguridad necesaria para tener el control hasta el bómper trasero, además el ajuste de las sillas les permite al conductor y a su copiloto tener el espacio suficiente para viajar cómodos tanto en lo alto como en lo largo.
Ahora bien, el freno, de disco adelante (tambor ventilado) y campana atrás, exige potencia en el pedal para lograr un buen resultado. Los cambios son cortos y el vehículo resulta adecuado para aquellos que hasta ahora están iniciando al volante. Pero sin lugar a dudas su gran valor agregado es el respaldo de Praco-Didacol y su posventa. Algo con lo que no cuentan otras marcas chinas presentes en el mercado colombiano.
Estilo ejecutivo, de eso se trata el F-6
Elegante, amplio, cómodo, rápido y robusto. Así es el F-6 de la marca BYD, la propuesta de la marca china que ya empezó a rodar por las calles y carreteras de Colombia.
Con un motor de 2.0 y 2.4 litros, el F-6 trae también caja mecánica y triptónica, que responde muy bien a las exigencias de velocidad para un motor de gran tamaño.
Se trata de un carro pensado para un segmento alto de la población y su tamaño lo confirma. Tanto el conductor como su copiloto y demás pasajeros tendrán espacio de sobra.
Respecto a su equipamiento, el F-6 viene con aire acondicionado automático Bi-zona —el cual reparte el aire por cada uno de los laterales de acuerdo con las necesidades del usuario—, sunroof eléctrico y control de audio en el timón. En materia de seguridad, este carro trae el chasis reforzado tipo 3H y llama la atención las barras laterales internas que refuerzan todo el sistema del vehículo.
La silletería es en cuero antideslizante y el tablero de instrumentos viene con luces tipo LED.