Viajar en un Jeep Wrangler Sport X es parecido a subirse en un simulador de aviones, activar los controles de mando, poner a marchar la máquina y sentir —amparado en el concepto de comodidad y visibilidad— que todo estará siempre bajo control del piloto, ajustado, seguro, y que lo que viene será sencillamente disfrutar.
Así, con esta experiencia, es como se puede vivir un día de prueba sobre uno de estos 4x4 girando sus ruedas y demostrando su poder en terrenos áridos, montañosos, en ríos y pendientes. En La Calera (Cundinamarca), que tiene grandes porciones de tierra seca dividida por importantes porciones de zonas húmedas, fue necesario exigir al máximo este vehículo con tracción 4WD y caja mecánica de seis velocidades.
La dirección hidráulica facilita el manejo, la suspensión (tanto la trasera como la delantera traen amortiguadores a gas y barra estabilizadora) permite que el carro escualice sin problemas y el tamaño de las llantas separe la carrocería del piso notablemente (245/75 y rin de 16”).
Entre las propuestas más interesantes están la incorporación de mejoras en la carrocería para lograr una buena insonorización, los elevavidrios y retrovisores eléctricos, el bloqueo central y el sistema de sillas plegables.
Se trata entonces de un gran conjunto de propuestas que complementan al Wrangler Sport X en este 2011 para que ofrezca mayor espacio interior, más comodidad, funcionalidad y un poder de control concentrado. Todo esto conservando la línea externa del que es considerado el “aventurero” de esta casa automotriz.