Sigue conservando su robustez, potencia y estilo, características por las que se dio a conocer con sus dos versiones anteriores, y le fueron añadidas múltiples innovaciones que la convierten en una de las mejores opciones de su categoría, ideal para trayectos largos y terrenos difíciles.
En esta oportunidad, Dodge Durango, de 3,6 litros, se impone con una transmisión automática de ocho velocidades con Paddle Shift integrado, un mecanismo que permite mejorar la eficacia de combustible, proporciona más control y brinda una experiencia de manejo más cómoda. Cuenta con un sistema AWD (tracción permanente en las 4 ruedas) y el potente motor Pentastar V6 de 290 caballos de potencia. Además, tiene integrados asistentes de frenado, ya sea en lluvia o en casos de emergencia.
Su actitud se refleja en su nueva imagen. Las luces de freno tipo Racetrack, compuestas por 192 leds, fueron inspiradas en los modelos Charger y Dart, y las luces delanteras de alta descarga brindan mayor visibilidad, incluso en los puntos en donde hay neblina.
En su interior incorpora el sistema Uconnect Phone con pantalla táctil. Posee además distintos controles que son operados por medio de la voz para realizar llamadas, transmisión continua de música por medio de Bluetooth y puerto USB. Su delgado tablero de instrumentos a todo color, de siete pulgadas, fue diseñado para ofrecer mayor información, como el nivel de presión de las llantas o el control de crucero. Esta evolución incluye rines de 18 pulgadas y distribución de su peso, 50% en la parte trasera y 50% en la delantera, así como tres filas de asientos para que sus siete pasajeros viajen plácidamente.
Asimismo, tiene más de 60 características de seguridad, que se complementan con una séptima bolsa de aire para las rodillas del conductor.
La Dodge Durango viene en varios modelos: SXT, SXT Luxe, Limited y Limited Plus, disponibles en 10 ciudades del país desde $94’990.000.