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En el mundo de los automóviles, el freno de manos juega un papel crucial en la seguridad y el control del vehículo. Con el avance de la tecnología, los frenos de manos eléctricos han sido una alternativa tecnológica frente a los tradicionales frenos de palanca.
De acuerdo con Luis Alberto Benavides, ingeniero experto de BEN Automotriz SAS, el freno de manos eléctrico utiliza un motor eléctrico para accionar un mecanismo que aplica la presión necesaria en las pastillas de freno, lo que permite activar o desactivar el freno de manera automática con solo presionar un botón. Este sistema a menudo se integra con el sistema de frenos del vehículo y puede incluir características como el ajuste automático y la liberación remota.
En contraste, el freno de palanca es un diseño tradicional que opera mediante un cable o un sistema de palancas mecánicas que, al ser tirado, aplica una presión directa sobre el freno de estacionamiento. Este mecanismo ofrece un control más tangible y directo, aunque puede requerir un ajuste manual con el tiempo para mantener su eficacia. “Mientras que el freno de manos eléctrico proporciona comodidad y tecnología avanzada, el freno de palanca destaca por su simplicidad y fiabilidad mecánica”, destaca.
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Ventajas y desventajas del freno de mano de palanca
Para el experto, este mecanismo no depende de componentes electrónicos ni sistemas de software que puedan presentar fallas, lo que reduce el riesgo de problemas relacionados con fallos electrónicos. Además, el freno de palanca ofrece una sensación directa y tangible de control al conductor, lo que puede ser especialmente útil en situaciones donde se requiere una respuesta rápida y precisa, como en pendientes pronunciadas o en maniobras de estacionamiento en terrenos inclinados.
Sin embargo, el freno de palanca también tiene sus desventajas. Una de las principales es la necesidad de ajustes periódicos para mantener su eficacia. Con el tiempo, el cable del freno de mano puede estirarse o desgastarse, lo que puede afectar su capacidad de frenado y exigir una revisión regular en el taller.
El uso constante del freno de palanca puede ser menos conveniente en comparación con los sistemas más modernos. El conductor debe manejar manualmente la palanca cada vez que se estaciona el vehículo, lo que puede resultar incómodo en comparación con la simplicidad de los frenos de manos eléctricos.
Otra desventaja relevante es la falta de integración con los sistemas de asistencia al conductor en vehículos modernos. Mientras que los frenos de palanca ofrecen una solución mecánica robusta, carecen de las funciones avanzadas que los frenos eléctricos pueden ofrecer, como la liberación automática en situaciones específicas. “Esto puede limitar la capacidad del freno de palanca para adaptarse a los avances tecnológicos actuales y a los sistemas de control automático, que cada vez son más comunes en los vehículos nuevos. A pesar de estos desafíos, el freno de palanca sigue siendo una opción valorada por su durabilidad y simplicidad, manteniéndose como una solución efectiva en muchos casos”, enfatiza Benavides.
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Ventajas y desventajas del freno de mano eléctrico
Por su parte, el freno de manos eléctrico ofrece varias ventajas destacadas que lo convierten en una opción atractiva para los vehículos modernos. En primer lugar, Benavides destaca que su funcionamiento es extremadamente conveniente: el conductor simplemente presiona un botón para activar o desactivar el freno, eliminando la necesidad de una palanca física y reduciendo el esfuerzo necesario para el manejo.
Este sistema también se integra con otras tecnologías del vehículo, como el sistema de control de estabilidad y el asistente de arranque en pendiente, lo que mejora la comodidad y la seguridad en diversas condiciones de conducción. Los frenos de manos eléctricos suelen incluir características como la liberación automática cuando se detecta que el vehículo está en movimiento, lo que puede prevenir accidentes y simplificar el proceso de estacionamiento.
No obstante, el freno de manos eléctrico presenta algunas desventajas que deben considerarse. La principal es su dependencia de componentes electrónicos y sistemas eléctricos, lo que puede hacer que sea más susceptible a fallos electrónicos o problemas de software.
Estos fallos pueden requerir reparaciones especializadas y pueden resultar costosos en comparación con el mantenimiento de los frenos de palanca mecánicos. “En caso de una falla total del sistema eléctrico, el freno de manos eléctrico puede ser menos confiable en situaciones de emergencia en comparación con el freno de palanca, que funciona de manera completamente mecánica”, puntualiza Benavides.
El costo asociado con el mantenimiento y las reparaciones del sistema eléctrico puede resultar en otra desventaja. Los frenos de manos eléctricos pueden ser más caros de reparar y mantener debido a la complejidad de sus componentes y la necesidad de equipos de diagnóstico especializados: “este sistema requiere una batería en buen estado para funcionar correctamente; si la batería del vehículo se agota o falla, el freno de manos eléctrico puede no funcionar adecuadamente” añade.