¿La masturbación puede ayudar a dormir mejor?

¿Sabía que el 85 % de las personas que se masturban antes de dormir reportan un sueño más profundo? Un experto lo explica.

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Diego Suárez
26 de junio de 2025 - 03:57 p. m.
Dormir bien es esencial para la salud física, emocional y mental. En una época donde las soluciones artificiales abundan, regresar a métodos naturales como la masturbación —cuando es entendida sin culpa ni excesos— puede ser una alternativa valiosa.
Dormir bien es esencial para la salud física, emocional y mental. En una época donde las soluciones artificiales abundan, regresar a métodos naturales como la masturbación —cuando es entendida sin culpa ni excesos— puede ser una alternativa valiosa.
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Dormir bien se ha convertido en un lujo para muchas personas. El estrés, el exceso de dispositivos digitales, las preocupaciones laborales y los malos hábitos han convertido el insomnio y el descanso fragmentado en parte habitual de la vida moderna. Frente a este panorama, distintas estrategias han surgido para combatir las noches en vela. Una de ellas, aunque rodeada de tabúes y silencios, es la masturbación.

La relación entre el placer sexual y el sueño no es nueva, pero en los últimos años ha cobrado un renovado interés, tanto en el campo médico como en las conversaciones cotidianas.

Eduardo Ramírez, médico sexólogo y neurocientífico con más de veinte años de experiencia en salud sexual y sueño, asegura que “la masturbación puede ser una herramienta natural y eficaz para conciliar el sueño, especialmente en adultos que no sufren trastornos clínicos graves”.

Durante la masturbación, explica el especialista, “el cuerpo atraviesa una serie de procesos fisiológicos que tienen un impacto directo en el sistema nervioso. Cuando una persona llega al orgasmo —ya sea mediante la masturbación o el sexo con pareja— se produce una descarga neuroquímica que favorece el sueño. Se liberan endorfinas, oxitocina y prolactina, todas hormonas relacionadas con la relajación y el bienestar”.

Según el experto, estas sustancias tienen un papel clave. “La prolactina, por ejemplo, es una hormona que suele aumentar significativamente después del orgasmo. Y numerosos estudios han mostrado que altos niveles de prolactina están asociados con estados de somnolencia. Es como si el cuerpo dijera: ya tuviste suficiente estimulación, ahora toca descansar”.

Además, la masturbación tiene un efecto regulador sobre el cortisol, la hormona del estrés. “El acto sexual en solitario puede ayudar a reducir el nivel de cortisol, lo que facilita que el cuerpo entre en un estado de calma. Y cuando estás menos estresado, es mucho más fácil dormir”.

Pero, ¿este beneficio aplica por igual para todos? El doctor Ramírez aclara que, como en casi todo en medicina, depende. “En algunas personas, especialmente en quienes tienen una relación negativa con su propia sexualidad o se sienten culpables después de masturbarse, la experiencia puede ser estresante y no producir el efecto deseado. En esos casos, el insomnio incluso podría empeorar”.

Más allá de las observaciones clínicas, la ciencia también ha comenzado a mirar con más atención esta conexión. Un estudio publicado en 2019 en la revista Frontiers in Public Health fue uno de los primeros en analizar este tema de forma controlada. El estudio, liderado por el investigador Michael Reece, del Center for Sexual Health Promotion de la Universidad de Indiana, buscó explorar la relación entre la masturbación antes de dormir y la calidad del sueño en hombres y mujeres adultos.

En esta investigación, 96 participantes se sometieron a un seguimiento diario durante 30 días. A cada uno se le pidió que registrara si se había masturbado antes de dormir, si había alcanzado el orgasmo y cómo calificaban la calidad de su sueño esa noche. Los resultados mostraron que el 85 % de quienes se masturbaron reportaron quedarse dormidos más rápido y tener un sueño más profundo.

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“Los hallazgos sugieren que la masturbación, especialmente cuando se alcanza el orgasmo, puede tener un efecto positivo en la calidad del sueño nocturno”, concluyeron los autores. Si bien el estudio reconoce limitaciones —como el tamaño reducido de la muestra y la naturaleza autodeclarativa de los datos— también abre la puerta a futuras investigaciones más robustas.

“El hecho de que la ciencia empiece a validar lo que muchas personas ya sabían intuitivamente es importante. Durante años, hemos separado el sexo de la medicina del sueño, como si fueran mundos aparte. Pero están profundamente conectados”, comenta Ramírez.

A diferencia de otros métodos para dormir mejor, como los medicamentos hipnóticos o la melatonina en suplementos, la masturbación no tiene efectos secundarios físicos perjudiciales conocidos. “Es una práctica segura, gratuita y accesible. Obviamente, como todo, puede tener riesgos si se convierte en una conducta compulsiva o se utiliza como única forma de gestionar emociones negativas, pero en contextos normales es totalmente saludable”, afirma el doctor Ramírez.

Desde el punto de vista psicológico, la masturbación también puede ser útil. “Cuando una persona tiene una rutina que le permite relajarse antes de dormir —como leer, escuchar música suave o incluso masturbarse— está enseñando al cerebro a entrar en modo descanso. Es una señal clara que el cuerpo recibe”.

Pero el experto insiste en que el beneficio no es automático: “No se trata de usar la masturbación como una píldora mágica. Hay que entenderla como parte de una higiene del sueño más amplia. Si una persona se masturba, pero sigue usando el celular con la luz en la cara hasta tarde, toma café a las 9 de la noche o duerme con estrés crónico sin tratar, no va a tener buenos resultados”.

A pesar de los beneficios evidenciados, hablar de masturbación aún incomoda a muchas personas. En algunas culturas, sigue considerándose una práctica vergonzosa o incluso perjudicial. “Uno de los grandes obstáculos que impiden que se reconozcan los efectos positivos de la masturbación es el tabú social. Muchos pacientes adultos llegan a consulta con ansiedad o culpa por masturbarse, como si estuvieran haciendo algo malo. Esto solo añade tensión y, por ende, más dificultades para dormir”, afirma Ramírez.

El experto subraya la importancia de la educación sexual integral como herramienta para eliminar estos mitos. “Si entendemos que el cuerpo tiene formas naturales de autorregularse, de buscar el equilibrio, podemos ver la masturbación desde un enfoque de autocuidado, no de pecado”.

Además, señala que los beneficios no se limitan a hombres. “A menudo se asocia el orgasmo con el cuerpo masculino, pero en realidad las mujeres también pueden beneficiarse profundamente de la masturbación como herramienta para dormir mejor. El problema es que ellas han sido históricamente más reprimidas para explorar su sexualidad”.

Recomendaciones

Si bien cada persona tiene ritmos y necesidades diferentes, el doctor Ramírez ofrece algunas recomendaciones generales para quienes quieran probar la masturbación como técnica para dormir mejor:

– “Hazlo como parte de una rutina de descanso. No se trata de un acto impulsivo, sino de un momento de conexión contigo mismo”.

– “No te sientas culpable. La clave es que te relajes y disfrutes el proceso”.

– “Evita la sobreestimulación digital. Si usas pornografía, que sea moderadamente, y prefiere medios que no te activen demasiado”.

– “Respeta tus límites. No conviertas la masturbación en una obligación diaria. Escucha tu cuerpo”.

– “Si tienes problemas graves de sueño, consulta con un especialista. La masturbación puede ayudar, pero no sustituye tratamientos médicos cuando son necesarios”.

Por Diego Suárez

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