A la cárcel mujer sindicada de asesinar a su esposo y a sus dos hijos en Bogotá

En la audiencia de medida de aseguramiento de Gloria Aideé Huertas Riaño, sindicada de asesinar a su pareja sentimental y a sus dos hijos menores de edad el pasado 24 de marzo, en un conjunto residencial de Bogotá, el despacho que lleva el caso consideró que habían motivos suficientes para creer que ella participó en el crimen de su familia y, por ende, ordenó su reclusión en el centro carcelario del Buen Pastor.

La jueza basó su decisión en que la mujer fue encontrada en su casa junto a los cuerpos de sus dos hijos y de su esposo, el patrullero de la Policía Iván Arturo Zorro. Además, argumentó inconsistencias en la declaración de la defensa: “ella dijo primero que el señor Zorro había apuñalado a los niños. Posteriormente, en otra declaración, afirmó que ella había sido herida por el señor Zorro para, después, matar a los niños”.

Los hechos:

al barrio Galán, mientras los niños, de siete y 10 años, dormían en casa. Cuando regresaron, después de ausentarse por tres horas aproximadamente, inició una discusión motivada por celos de la mujer. Testimonios recogidos por el fiscal del caso, indican que cuando eran aproximadamente la 1:30 de la madrugada, vecinos escucharon golpes, gritos y la voz de Huertas repitiendo “por esa mujer, por esa mujer”.

El ente acusador señala que, en la reconstrucción de los hechos, el hombre estaba durmiendo cuando ella tomó un cuchillo de la cocina y le propinó dos puñaladas en el tórax y seis más en la espalda. La víctima, que vestía una camiseta negra y ropa interior, murió desangrado sobre otras prendas de vestir y al lado de un sofá. (Lea también: Capturan a mujer señalada por el homicidio de su pareja sentimental)

Después, la mujer asesinó a los dos niños que dormían en el cuarto principal de la casa “para intentar simular un caso de defensa propia”, indicó la Fiscalía. Agregó que el hombre no pudo matar a sus hijos porque no se encontró rastro de sangre en la planta de sus pies. Esta versión cuestiona el forcejeo que, según la mujer, se presentó previo a la muerte de los niños.

Además, tras la inspección de la Policía Judicial en la casa de la familia, las autoridades encontraron que del teléfono de la mujer salieron tres fotos entre las 2:54 y 2:56 de la madrugada dirigidas a su hermana, con las que le manifestaba que ella había asesinado a su esposo. También, se logró determinar que la mujer llamó más de 45 veces, desde el teléfono de su casa, a quien sería la amante del policía.

El fiscal también presentó dos textos en los que Huertas le escribe al hombre “lo pillé”, refiriéndose a una presunta infidelidad de Zorro. Esto evidenciaría que la mujer sufría de celos excesivos y que esta situación habría desencadenado el triple asesinato.

La defensa:

El abogado de la acusada, Orlando González, indicó que la decisión de la jueza fue “con base en presunciones y en supuestos” y que las entrevistas realizadas por la Policía a su clienta “fueron ilegales en términos constitucionales, pues se violó el derecho al silencio”. Además, calificó como “negligencia de la Fiscalía” no haber realizado pruebas de sangre a los cuerpos de las Zorro y de los niños.

Por su parte, el fiscal fue enfático en que las entrevistas se realizaron con previa autorización de Huertas, que el historial médico fue solicitado legalmente al centro médico donde ella fue atendida y que las entrevistas a vecinos y familiares fueron recopiladas de manera idónea.

González insistió en que no existe un acervo probatorio que indique que la mujer asesinó a los dos menores, y solicitó la detención domiciliaria de la procesada en la casa del hermano, considerando que en las condiciones en las que está, no puede valerse por sí misma. Finalmente, la jueza negó la sustitución de casa por cárcel.

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En la audiencia de medida de aseguramiento de Gloria Aideé Huertas Riaño, sindicada de asesinar a su pareja sentimental y a sus dos hijos menores de edad el pasado 24 de marzo, en un conjunto residencial de Bogotá, el despacho que lleva el caso consideró que habían motivos suficientes para creer que ella participó en el crimen de su familia y, por ende, ordenó su reclusión en el centro carcelario del Buen Pastor.

La jueza basó su decisión en que la mujer fue encontrada en su casa junto a los cuerpos de sus dos hijos y de su esposo, el patrullero de la Policía Iván Arturo Zorro. Además, argumentó inconsistencias en la declaración de la defensa: “ella dijo primero que el señor Zorro había apuñalado a los niños. Posteriormente, en otra declaración, afirmó que ella había sido herida por el señor Zorro para, después, matar a los niños”.

Los hechos:

al barrio Galán, mientras los niños, de siete y 10 años, dormían en casa. Cuando regresaron, después de ausentarse por tres horas aproximadamente, inició una discusión motivada por celos de la mujer. Testimonios recogidos por el fiscal del caso, indican que cuando eran aproximadamente la 1:30 de la madrugada, vecinos escucharon golpes, gritos y la voz de Huertas repitiendo “por esa mujer, por esa mujer”.

El ente acusador señala que, en la reconstrucción de los hechos, el hombre estaba durmiendo cuando ella tomó un cuchillo de la cocina y le propinó dos puñaladas en el tórax y seis más en la espalda. La víctima, que vestía una camiseta negra y ropa interior, murió desangrado sobre otras prendas de vestir y al lado de un sofá. (Lea también: Capturan a mujer señalada por el homicidio de su pareja sentimental)

Después, la mujer asesinó a los dos niños que dormían en el cuarto principal de la casa “para intentar simular un caso de defensa propia”, indicó la Fiscalía. Agregó que el hombre no pudo matar a sus hijos porque no se encontró rastro de sangre en la planta de sus pies. Esta versión cuestiona el forcejeo que, según la mujer, se presentó previo a la muerte de los niños.

Además, tras la inspección de la Policía Judicial en la casa de la familia, las autoridades encontraron que del teléfono de la mujer salieron tres fotos entre las 2:54 y 2:56 de la madrugada dirigidas a su hermana, con las que le manifestaba que ella había asesinado a su esposo. También, se logró determinar que la mujer llamó más de 45 veces, desde el teléfono de su casa, a quien sería la amante del policía.

El fiscal también presentó dos textos en los que Huertas le escribe al hombre “lo pillé”, refiriéndose a una presunta infidelidad de Zorro. Esto evidenciaría que la mujer sufría de celos excesivos y que esta situación habría desencadenado el triple asesinato.

La defensa:

El abogado de la acusada, Orlando González, indicó que la decisión de la jueza fue “con base en presunciones y en supuestos” y que las entrevistas realizadas por la Policía a su clienta “fueron ilegales en términos constitucionales, pues se violó el derecho al silencio”. Además, calificó como “negligencia de la Fiscalía” no haber realizado pruebas de sangre a los cuerpos de las Zorro y de los niños.

Por su parte, el fiscal fue enfático en que las entrevistas se realizaron con previa autorización de Huertas, que el historial médico fue solicitado legalmente al centro médico donde ella fue atendida y que las entrevistas a vecinos y familiares fueron recopiladas de manera idónea.

González insistió en que no existe un acervo probatorio que indique que la mujer asesinó a los dos menores, y solicitó la detención domiciliaria de la procesada en la casa del hermano, considerando que en las condiciones en las que está, no puede valerse por sí misma. Finalmente, la jueza negó la sustitución de casa por cárcel.

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