La plana mayor de altos funcionarios interesados en el megaproyecto (el Vicepresidente, los ministros de Hacienda y Transporte, el Director de Planeación, el Gobernador de Cundinamarca, el Alcalde de Bogotá y varios de sus secretarios) acompañó el lunes al presidente Álvaro Uribe a hacer el anuncio: el próximo 19 de julio la Nación tendrá listo el documento Conpes que garantizará las vigencias presupuestales futuras para el metro de la capital.
El pronunciamiento, que consta de cinco puntos, se hizo luego de poco más de una hora de reunión de emergencia en la Casa de Nariño entre el Distrito y el Gobierno Nacional, convocada para concretar el futuro de la iniciativa, que ha sido incierto ante los cuestionamientos que los validadores del proyecto le han hecho a los estudios conceptuales.
La Nación se comprometió a aportar para la movilidad de la región $340.000 millones (en pesos equivalentes a 2010) en vigencias futuras anuales, de los años 2016 a 2032. A la construcción del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) serán destinados $300.000 millones, y a la del tren de cercanías los $40.000 millones restantes.
Según el Alcalde, de esta manera se despejan todas las dudas con respecto a la viabilidad de la obra de movilidad más importante en la historia de Bogotá. Sin embargo, aún son muchos los obstáculos que el metro tiene que sortear antes de convertirse en una realidad más allá de las promesas. De hecho, ayer quedó claro que muy probablemente Samuel Moreno no será el mandatario local que pondrá la primera piedra de ese sistema.
Primero, porque el dinero que aportará el Gobierno Nacional irá a una bolsa fiscal y cada proyecto que pretenda contar con esos recursos tendrá que aplicar ante la Nación para poder usarlos, siempre y cuando cumpla rigurosamente “a satisfacción” con todos los requisitos técnicos, jurídicos y financieros. Teniendo en cuenta que Planeación Nacional ha dicho que, tal y como está concebida actualmente, la iniciativa no es factible, son varios los ajustes que la Alcaldía tendrá que hacer para poder aspirar a ese capital. Es más, instantes después del anuncio del Presidente, el director de esa entidad, Esteban Piedrahíta, le dijo a este diario que si el metro aplicara hoy a la bolsa fiscal, “no pasaría”.
El Alcalde se comprometió con Planeación a hacer los arreglos necesarios y a atender algunas de las sugerencias planteadas por los validadores. Esas obligaciones quedarán consignadas en el Conpes. Entre ellas están, desarrollar y unificar junto a la Gobernación un modelo de demanda más robusto y que sea para toda la región. Además, mejorar Transmilenio, solicitar la creación de una autoridad de transporte de la región capital y adelantar gestiones que permitan estructurar fuentes alternativas de financiamiento.
En caso de que dichos ajustes le den toda la solidez al proyecto para aplicar a la bolsa, la cuestión tendría que quedar refrendada en un nuevo Conpes que destine específicamente los recursos para el metro.
Eso sin contar los estudios de ingeniería básica de detalle, de impacto ambiental y de impacto socio-predial, que tendrán que hacerse antes de empezar a construir el metro, y que pueden durar hasta 18 meses, según Camilo Zea, gerente de la iniciativa. Samuel Moreno terminará su período el 31 de diciembre de 2011.
Si el metro, o cualquiera de las otras obras que se financie con el dinero de la Nación, no llegase a ser autosostenible, “el Distrito y el Departamento tendrían que asumir el gasto recurrente”, advirtió el vicepresidente, Francisco Santos.