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Acción a $52, deudas y pérdidas millonarias: ETB busca salir del abismo financiero

Hace 10 años la acción de la empresa valía 10 veces más y en 2024 dejó perdidas por $88.000 millones. El fantasma de la privatización ronda de nuevo. ¿Cómo salvarla?.

Miguel Ángel Vivas Tróchez

10 de marzo de 2025 - 06:00 a. m.
Fachada ETB centro de Bogotá
Foto: OSCAR PEREZ
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En caída libre y con poco que amortigüe el golpe. Así es el presente de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), que en cuatro alcaldías pasó de ser una joya para el Distrito (dueña del 86 %), pionera en fibra óptica y el proyecto de una compañía de productos tecnológicos de última generación a una empresa en riesgo de desaparecer. No solo sus estados financieros confirman un oscuro panorama: en 2024 perdió $88.000 millones (duplicando las de 2023) y acumula deudas por $2 billones. También el desplome, año a año, del precio de su acción en la Bolsa de Valores (en 15 años pasó de $1.200 a $52).

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Para dimensionar su devaluación basta con decir que 450 acciones de la ETB, que en 2010 equivalían a tener un salario mínimo (hoy $1′423.000), para este lunes esa misma cantidad de títulos no valen más de $25.000. Pero, ¿cómo se llegó a este punto? Sin duda, años de malas decisiones, que llevaron a la empresa a quedar rezagada frente a sus competidores, en un mercado tan voraz como el de la tecnología. De ahí que la palabra “privatización” vuelva a rondar sus pasillos y atormentar a sus 2.700 empleados, como ocurrió en la alcaldía de Enrique Peñalosa, quien intentó venderla, pero un fallo judicial se lo impidió.

Vale decir que, si lo hubiera logrado, el Distrito habría recibido por su participación casi $1,9 billones (casi $3,8 billones a precios actuales), por un paquete accionario que hoy no vale más de $200.000 millones. A pesar de los lamentos de quienes cuestionan por no haber vendido a tiempo y las cifras actuales, parece que la actual administración intenta salvar a la ETB, para lo cual tiene un plan: convertirla en una entidad de tecnología digital, que le permita reinventarse y llegar a campos de acción más allá de las telecomunicaciones. Con esta directriz, el presidente de la ETB, Diego Molano, espera mantenerla como activo de la ciudad y evitar un trágico desenlace.

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Lo que no cuadra en caja

Las pérdidas de la ETB, en los últimos 12 años, reportan un acumulado de $700.000 millones, lo que se traduce en la ausencia de dividendos para el Distrito, que antes se destinaban a obras en la ciudad. Y parte de esta pérdida, dicen, se debe al excesivo costo operativo. Por ejemplo, de los $1,4 billones de ingresos en 2024, casi $300.000 millones se destinaron a nómina; es decir, el 21 %, dato que duplica el 10 % que destinan sus competidores Claro o Movistar en este rubro. Esta diferencia es producto de las complejas negociaciones de los pliegos de peticiones de la empresa con sus sindicatos: Atelca y Sintrateléfonos. La última, con Sintrateléfonos, duró un año y se saldó en diciembre con concesiones de ambos bandos y un acuerdo de aumento salarial para los próximos cuatro años.

A esto se suman las deudas. Entre 2020 y 2023, la ETB adquirió préstamos por $600.000 millones, al parecer, para sostener la operación. La última gran inversión fue la que se hizo durante la alcaldía de Gustavo Petro, por casi $2 billones, con los que extendió sus redes de fibra óptica por toda la ciudad. Por lo tanto, todo parece indicar que la deuda reciente se ha usado para cubrir gastos e impedir incumplimientos de otras obligaciones. A esto se suma el detrimento, producto de la firma de contratos cuestionados, como el de Delta Partners, por $61.000 millones, y el robo de cable y sus efectos.

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En el proceso de sustitución de cables de cobre por fibra óptica, la empresa ha acudido a la venta de este material, con lo que ha logrado recuperar $200.000 millones, monto que pudo haber sido superior, ya que por cuenta del robo se han dejado de recibir casi $135.345 millones; situación que, de paso, ha causado gastos adicionales: la atención de las fallas técnicas que se generan. Cerca del 80 % de las PQRS que llegan a la compañía son por el robo de cables. De ahí que, a pesar de tener la segunda conexión a internet más rápida del mercado, la empresa no haya conseguido ampliar su base de clientes más allá de los 500.000.

Sindicato pide ayuda al Gobierno nacional y al Congreso

En contravía del optimismo de la directiva actual, encabezada por Diego Molano, el presidente de Sintrateléfonos, el sindicato más importante de la compañía, cree que la solución a los problemas de la empresa está en manos de la nación. “Para superar la crisis actual, necesitamos que el Gobierno nacional y el Congreso generen una política pública en telecomunicaciones que brinde garantías y protección a las empresas públicas como ETB y Emcali, en particular, con el oligopolio que van a configurar Claro, Tigo y Wom”, le explicó William Vargas a El Espectador.

Aunque Vargas comparte el diagnóstico con la directiva, respecto a los inconvenientes de un mercado cada vez más competitivo, con operadores con un músculo financiero más prominente, lo cierto es que, según él, se deben aplicar unas reglas del juego antioligopolios, que equilibren la balanza entre operadores y hagan viable la operación de todos los actores.

Las soluciones

Aunque los partidarios de la privatización de la empresa han acudido la vieja frase de “se los dije”, y aúpan a la administración actual a que venda la compañía, lo cierto es que la opción no está en los planes actuales. Al menos no por ahora. Frente a este panorama, la única alternativa viable para ETB, según sus directivos, es evolucionar de una empresa de telecomunicaciones a una compañía de tecnología digital. “Redireccionar la compañía de telco a techco nos permitirá no solo la continuidad de una historia que ya completa 140 años, sino la preservación del patrimonio de Bogotá como principal accionista”, dijo Diego Molano Vega, presidente de ETB.

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Según el directivo, la compañía “se enfrenta a un momento decisivo” y que “siguiendo los lineamientos del alcalde Carlos Fernando Galán y de los órganos de gobierno que nos rigen, estamos comprometidos con revitalizar la empresa”. Ante estos desafíos, la oportunidad para hacer sostenible a ETB, argumenta Molano, es transformarla. “Ya existen historias de éxito en estos procesos, las cuales han implicado innovación en los modelos de negocios; reconfiguración de estructuras, para que sean ágiles y flexibles; reubicación del talento en áreas críticas para los nuevos negocios, optimización de costos y fortalecimiento de la operación para garantizar tanto la sostenibilidad financiera y laboral como la prestación de los servicios”, explicó.

En ese camino, ETB fortalecerá la oferta de servicios tecnológicos digitales, como la optimización del negocio actual, a través de nuevas ofertas en servicios de internet y contenidos, maximizando el uso de la red de fibra óptica. También buscan, en una directriz similar a la que planteó Claudia López en su momento, la consolidación como expertos de GovTech, al ofrecer soluciones estandarizadas para el gobierno digital, como identificación y documentación digital, además de ciberseguridad. Finalmente, buscan incluir otros servicios en el portafolio, como los relacionados con EdTech, para plataformas educativas, y HealthTech, en el ámbito de las soluciones tecnológicas para la salud.

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Otros expertos consultados por El Espectador se muestran escépticos frente a la maniobra de la directiva actual, pero la ven como un paso positivo para revertir la situación. Sin embargo, dicen que, en algún momento, en aras de conseguir capitalización para sanear las finanzas, habrá que poner sobre la mesa la posibilidad de vender una parte de la participación del Distrito a socios privados, con capacidad de inversión, que permitan a la empresa innovar y ser competitiva. No es la primera vez que los vientos de crisis tocan las puertas de la ETB. La diferencia, en este caso, radica en la gestión que tendrá esta crisis y si la suma de los errores del pesado resulta ser un traspié corregible o una fatalidad irreversible.

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Por Miguel Ángel Vivas Tróchez

Periodista egresado de la Universidad Externado de Colombia interesado en Economía, política y coyuntura internacional.juvenalurbino97 mvivas@elespectador.com
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