El placer de embarrarse. El sonido de cada pisada que cruje sobre el barro y el rastrojo. El aire se siente frío y no molesta, es refrescante cuando el recorrido ha sido exigente. Los peñascos de caídas interminables y las extensas planicies de frailejones. El olor del musgo después de que entre la ciudad no queda más que respirar hollín. El único humo de cigarrillo es el que los niños se inventan con el frío de los páramos. Bogotá, la verde, se hace desear. No es fácil llegar a ella. No se entrega desde el primer instante, pues para entender la naturaleza hay que vivirla, atravesarla.
Páramo de Sumapaz
Los muiscas habitaron durante años esta zona de la sabana capitalina. El agua era sagrada. Solían bañarse varias veces al día sin importar la inclemente temperatura de estar clavado a unos 4.000 metros sobre el nivel del mar. Las lagunas eran sagradas y fueron bóvedas en las que sumergieron balsas de oro, buscadas hasta el cansancio por los españoles. Hoy en día el saber tradicional sigue estando a cargo de este terreno. Muchos campesinos, aunque bogotanos, no conocen la ciudad y viven de la caza de pequeños mamíferos que corretean por los extensos valles de frailejones del Sumapaz, el páramo más grande del planeta, con 178.000 hectáreas. Osos de anteojos, venados, águilas, cóndores, tucanes, colibríes y conejos son los huidizos animales que pueden encontrarse.
Parque Natural Chingaza
Para los encargados de la preservación de este parque, estar allí es ser un poco más consciente de la presencia del agua en el diario vivir. Ríos y lagunas son los proveedores de una gran riqueza fluvial, la cual contribuye a alimentar el acueducto de Bogotá. Por eso, es un lugar tan recurrido para la educación ambiental. En 53.000 hectáreas también hay espacio para el montañismo, para el avistamiento de aves, venados de cola blanca, cóndores y pumas. La estética que recubre la naturaleza es cuidadosa: los árboles se visten de bromelias, desde el suelo se encienden —casi siempre a mitad de año— los frailejones, y cada recodo puede ser considerado un mariposario.
Cerros orientales
La Candelaria es una de las puertas de entrada para sumergirse entre los cerros y sus montañas rocosas, bosques de pino y eucalipto, tapetes de hojas secas y hongos inofensivos. Los cerros tutelares de la ciudad, Monserrate y Guadalupe, forman un cordón montañoso que bordea el costado oriental de la sabana y son los lugares de culto de deportistas y religiosos. Estando allí, perdidos, aún al alcance de las estridencias de la ciudad, los caminantes están posados siempre sobre una cúspide desde la cual la panorámica de una ciudad menos verde siempre es magnífica.
Parque Natural Chicaque
Chicaque también está 2.600 metros más cerca de las estrellas. Tal vez por ello es un paraíso de miradores naturales como el Pico del Águila, una creación natural a punta de desprendimientos rocosos. Sus variados senderos son exigentes para los deportistas y llenos de detalles naturales para los observadores. Allí los árboles se vuelven techo y, las quebradas, la banda sonora de todo el recorrido. A veces irrumpen las perdices con su aleteo de gallinas, con ganas de volar sin poder lograrlo. Buena parte de este escenario de 18 kilómetros cuadrados es un bosque de niebla, como en una película mítica. Por algo sus visitantes coinciden en decir que están allí por escapar. Se escapa del ruido, del humo, del mismo lienzo citadino.
Guía para llegar a la ‘ciudad verde’
Páramo del Sumapaz
¿Dónde? Salida de Bogotá por Usme, entre los departamentos de Cundinamarca, Meta y Huila.
Guía ecoturístico recomendado: Fundación Ambiental Agenda 21 (311 261 1105, fundacionagenda21@gmail.com).
Parque Natural Chicaque
¿Dónde? Salida de Bogotá vía a La Mesa o Soacha.
Precios: Entrada al parque: $9.000. Camping: entre $9.000 y $40.000. Alquiler de caballos: $15.000
Parque Natural Chingaza
¿Dónde? Partiendo del casco urbano de La Calera, a 1 km por la vía a Guasca. Al costado derecho se encuentra la vía que conduce al retén de Piedras Gordas o entrada al parque.
Recomendaciones: Los visitantes pueden acceder al parque sólo hasta el sector de Lagunas de Buitrago. Únicamente se permite el ingreso por un día.
Cerros orientales
¿Dónde? Cerros de Monserrate y Guadalupe.
Guía ecoturístico recomendado: Caminatas deportivas (300 822 5523, caminatas.deportivas@hotmail.com).
Para cada caminata se recomienda llevar ropa especial para clima frío, calzado cómodo, hidratación y abstenerse de realizar caminatas sin conocimiento previo del recorrido.