Esta semana la ciudad cumple un mes de racionamiento de agua y arranca el cuarto ciclo. Y tras la preocupación por no haber alcanzado las metas (reducir el consumo diario a 15 m3/s y aumentar el nivel de los embalses del sistema Chingaza al 20 %), surge otra: la salud de los bogotanos. En medio de las campañas de ahorro de agua (sin ser la causa directa), se disparó la enfermedad diarreica aguda (EDA).
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Así lo reportó la Secretaría de Salud, que envía un mensaje: hay que ahorrar agua, pero sin descuidar la salud, y lo complementa pidiendo a los capitalinos no bajar la guardia con el lavado de manos y al procesar alimentos, para evitar contagios. La alerta surge tras analizar las estadísticas de EDA en abril.
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Justo en la semana del 7 al 13 de abril (el racionamiento empezó el 11 de abril) se presentó “un aumento casos por fuera de lo esperado, tendencia que se ha mantenido en el mes”. De igual manera, se notó incremento de casos en menores de cinco años y menores de un año, “pero, hasta el momento, el comportamiento está en los rangos esperados históricamente”, dice la Secretaría.
Si bien la enfermedad diarreica ha afectado a casi todos los rangos de edad, hay mayor incidencia en adultos de 20 a 44 años. Según el sistema de salud, en este periodo se han atendido 165.612 casos, lo que equivale a un aumento de 158 % frente al mismo periodo del año pasado, cuando atendieron casi 65.000. Agrega la entidad que se ha registrado un leve aumento en las hospitalizaciones.
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Sobre las causas, la Secretaría descarta la calidad del agua. pese a que hace poco el líquido llegó con coloración amarilla en algunos sectores. Según los análisis diarios del Laboratorio de Salud Pública, el líquido que consume la ciudad tiene las condiciones adecuadas para su uso. “Los análisis físicoquímicos y microbiológicos no muestran alteración, por lo que no hay evidencia de que el agua pudiera ser responsable del incremento de los casos por enfermedades gastrointestinales”, explicó la Secretaría.
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Así que las causas apuntan al manejo en los sitios de comida o en los hogares, en especial con el almacenamiento del líquido, al procesar alimentos y lavarse las manos. Por eso, aunque se insiste en la necesidad de ahorrar, hay prácticas que no debe descuidar. Para empezar, lave bien los recipientes donde recogerá agua y ojalá tengan tapa, para que no se contamine.
En la cocina, al preparar alimentos, lave bien las frutas y vegetales con agua tratada; prepare bien la comida de mar (ya que es una de las principales fuentes de contagio), y lave y desinfecte los utensilios de cocina, en especial si es un establecimiento con servicio al público. Finalmente, así como en pandemia, no olvide lavarse las manos con agua y jabón antes de comer, preparar alimentos, después de ir al baño, cambiar un pañal o si ha estado en contacto con heces o vómito de una persona enferma.
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“Es clave que los ciudadanos establezcan más acciones de prevención como el uso adecuado del agua en el hogar, no almacenar el agua en tanques contaminados, sucios o sin tapa. Por último, se reitera la recomendación de no consumir alimentos en lugares insalubres donde no se garanticen condiciones higiénicas necesarias”, resalta la entidad.
El seguimiento a las EDA lo realiza la Secretaría semanalmente, gracias a las notificaciones de las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS). Por su parte, el equipo del Laboratorio de Salud Pública realiza a diario el análisis de la calidad del agua, con muestras de 169 puntos de la red de la ciudad. “Aunque se ha logrado un avance en las medidas de racionamiento, es clave que las personas no descuiden las buenas prácticas en su hogar, para evitar infecciones por bacterias, virus o parásitos, que causan infecciones gastrointestinales”, concluye la Secretaría.
Igual, hay que ahorrar agua
En la actual situación, y ante la alerta de la Secretaría de Salud, la misión es ser más versátil: seguir ahorrando sin poner en riesgo la salud. Para reforzar el mensaje, la Secretaría de Cultura, en su apuesta de cultura ciudadana, adelanta la campaña “Juntos por el Agua”, con jornadas pedagógicas para incentivar el ahorro y un consumo responsable. La difusión se hará cada jueves de mayo, con la visita a zonas residenciales, para invitar a los vecinos “a adoptar una relación respetuosa con el agua”, explicó la entidad.
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La campaña centra sus esfuerzos en posicionar cuatro acciones para lograr la meta de un consumo de 15 m3/s: reducir el tiempo en la ducha, usar un balde para recoger agua de la ducha y reutilizarla, no lavar lo que no es prioritario y recoger solo el agua necesaria el día de racionamiento. “Llueva, truene o relampaguee, no debemos bajar la guardia con el cuidado del agua. Que el ahorro sea parte de nuestra vida. Queremos incentivar desde cultura ciudadana que los bogotanos disfruten del arte de ahorrar agua”, dijo el secretario de Cultura, Santiago Trujillo.
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Por Alexánder Marín Correa
