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Trago, rumba y baile. Estos planes son las actividades de ocio que más tienen oferta y demanda en Bogotá. Según el informe “Ocio nocturno a nivel global: un fenómeno de dinamización económica”, de la Escuela de Management en Turismo Ostelea, en la capital hay casi 1.000 bares registrados en Cámara de Comercio, 200 locales de música en vivo y seis zonas gastronómicas, que generan 34.000 empleos directos y 30.000 más los fines de semana.
Hernán Felipe Mejía y Jaime Andrés Vega encontraron en este tipo de establecimientos el inicio de una serie de eventos desafortunados, que llevaron a la muerte al primero y a vivir un gran susto al segundo. Mejía, antes de que reportaran su desaparición, fue visto por última vez el viernes 22 de abril, a las 10:00 p.m., en un restaurante de Chapinero. Lo encontraron en la tarde del domingo, según su familia, drogado y convulsionando. Después falleció. Por su parte, el mismo día, Vega estaba en un establecimiento nocturno y, después de salir de allí, no se volvió a saber de él sino 26 horas después, con rastros de una sustancia que no ha sido identificada y que le hizo perder el conocimiento.