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En las últimas horas, se conoció un grave caso de agresión que da cuenta de los niveles de intolerancia que a diario se perciben en las vías de la capital del país.
Uno de los casos más recientes se registró en la calle 170 con Av. Boyacá, en el noroccidente de la ciudad. Allí, un altercado entre conductores dejó a uno de los involucrados con graves lesiones.
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¿Qué pasó?
De acuerdo con la denuncia de Edgar Martínez, los hechos ocurrieron luego de que un taxista se le atravesara y le cerrara abruptamente el paso mientras se movilizaba por el mencionado sector.
Tras casi chocar, Martínez increpó al conductor y le pidió más prudencia a la hora de conducir. Cuando se estaba devolviendo a su vehículo, el taxista, bolillo en mano, atacó a Martínez en repetidas oportunidades ante la mirada atónita de decenas de conductores y transeúntes.
El hombre recibió golpes en varias partes de su cuerpo, entre los que se cuentan múltiples impactos en su cabeza.
Tomarán medidas legales
La familia de la víctima anunció que se encuentra esperando que salga el dictamen médico para gestionar la denuncia. De la misma manera, la familia consulto la placa del taxi, WCM 730, y se percataron que el taxista no contaría con el permiso para prestar el servicio.
Intolerancia en Bogotá: hombre fue asesinado por orinar en vía pública
El anterior no es el único caso de intolerancia que ha ocurrido recientemente en Bogotá. El pasado domingo 4 de mayo, en plena vía pública del barrio Córdoba, en la carrera 1B #21A sur, Fredy Junior Valdés Quintana, de 25 años, quien fue asesinado en medio de una riña.
Según las autoridades, el hecho comenzó cuando Valdés, quien era un ayudante de construcción y padre de familia, orinaba en la pared de una vivienda. En ese momento, un vehículo con siete personas se detuvo y descendieron para iniciar una pelea que rápidamente escaló a un acto violento.
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Los agresores utilizaron cuchillos, machetes, varillas, picos de botella, cinturones y hasta piedras para golpear a la víctima, quien cayó al suelo y quedó con múltiples lesiones, incluyendo deformaciones en el rostro, perdiendo casi de inmediato la vida.
De esta manera, un fiscal presentó a los cinco sospechosos ante un juez 26 Penal Municipal con Función de Control de Garantías, quien legalizó la captura y les dictó medida de aseguramiento en centro carcelario. Por su parte, el ente acusador, les imputó los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo con lesiones personales y deformidad permanente en el rostro.
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Por Redacción Bogotá
