Amenaza en dos ruedas

Más de 87 motociclistas muertos; 2.560 lesionados; 4.506 accidentes de tránsito originados por motos; cerca de 31 peatones fallecidos debido a sus imprudencias y 253 comparendos diarios aproximadamente 116 más de los que se registraban a comienzo de este año impuestos a conductores por no respetar las normas de tránsito. Conducir sin licencia de conducción, transitar sin luces, ir  a velocidades más altas de las permitidas, manejar en estado de embriaguez y transitar por la ciudad sin haber realizado la revisión técnico-mecánica, son algunas de las cifras que retratan el panorama actual de las motocicletas en Bogotá. 

Debido a las facilidades para comprar motos, la laxitud en la expedición de licencias, y por ende, la falta de capacitación de los conductores para operar estos vehículos, los motociclistas se han convertido en una amenaza constante para los peatones, ciclistas, conductores de servicio público, e incluso para sí mismos.

Según estudios realizados por el Fondo de Prevención Vial, los conductores de moto tienen 4,7 más probabilidades de sufrir un accidente que los otros conductores, y en este momento representan la segunda causa de  accidentalidad en la capital.

Debido a esta situación, el pasado 23 de junio el Concejo de Bogotá aprobó el acuerdo 315 de 2008, que establece los primeros días de octubre como la Semana de la seguridad vial en Bogotá.  “Durante estos días se han hecho foros de seguridad vial en los centros comerciales, se han difundido las normas de tránsito y se han hecho campañas de enseñanza”, dijo el subintendente Freddy Acosta, de la Policía Metropolitana de Tránsito.

Aunque hasta el momento no existe un balance sobre los resultados de la primera Semana de la seguridad vial, las estadísticas de la Policía de Tránsito revelan que este año se han presentado más muertos originados por motos en comparación con el mismo período del año pasado, y que las zonas más críticas de accidentalidad son: la avenida Caracas entre calles 65 y 72, y la 76 y 77; la autopista norte entre calles 103 y 104; la avenida Las Américas entre calles 50 y 51, y entre la 70 y 79 y la avenida Boyacá entre calles 53 y 54.

En Bogotá se encuentran registradas 130 mil motos, más del doble de las que circulaban en la ciudad hace dos años. “El problema es que ahora las motos se venden como pan caliente, y además, si uno compra una le enciman los cascos y los chalecos”, dice Acosta. En este momento, cualquiera que gane un salario mayor a $700 mil, con sólo pagar $45 mil mensuales puede comprar una.

El otro problema crítico es que solamente dos de cada 10 conductores de motocicleta ha tomado un curso de conducción.  “Cuando fui a sacar la licencia todo lo que me pidieron fue que consignara $295 mil —lo que cuesta el curso, el trámite del pase y los exámenes médicos—, una foto y mi tipo de sangre. A los ocho días llegué a mi primera clase y ya me tenían el pase”, dijo José Arango, un estudiante universitario*. “Cuatro días hábiles después de realizar el pago llegan los  pases a la oficina”,  fue la explicación que dio una de las señoritas de una academia de conducción del norte de la ciudad.

Como dijo el director del Fondo de Prevención Vial, Francisco José Fernández a El Espectador el pasado 10 de febrero: “Otro problema es que la mayoría son mensajeros o repartidores y están presionados para atender los domicilios en tiempos cortos. Por eso, se valen de todo tipo de maniobras y hasta se meten por vías peatonales, parques y andenes para llegar a sus destinos a tiempo”.

Este viernes termina la primera Semana de la seguridad vial en Bogotá. Según la Secretaría de Movilidad las actividades de capacitación para los motociclistas se seguirán realizando durante todo el año con el fin de que las muertes y los accidentes originados por motocicletas desciendan.

*Nombre cambiado por petición.

Más de 87 motociclistas muertos; 2.560 lesionados; 4.506 accidentes de tránsito originados por motos; cerca de 31 peatones fallecidos debido a sus imprudencias y 253 comparendos diarios aproximadamente 116 más de los que se registraban a comienzo de este año impuestos a conductores por no respetar las normas de tránsito. Conducir sin licencia de conducción, transitar sin luces, ir  a velocidades más altas de las permitidas, manejar en estado de embriaguez y transitar por la ciudad sin haber realizado la revisión técnico-mecánica, son algunas de las cifras que retratan el panorama actual de las motocicletas en Bogotá. 

Debido a las facilidades para comprar motos, la laxitud en la expedición de licencias, y por ende, la falta de capacitación de los conductores para operar estos vehículos, los motociclistas se han convertido en una amenaza constante para los peatones, ciclistas, conductores de servicio público, e incluso para sí mismos.

Según estudios realizados por el Fondo de Prevención Vial, los conductores de moto tienen 4,7 más probabilidades de sufrir un accidente que los otros conductores, y en este momento representan la segunda causa de  accidentalidad en la capital.

Debido a esta situación, el pasado 23 de junio el Concejo de Bogotá aprobó el acuerdo 315 de 2008, que establece los primeros días de octubre como la Semana de la seguridad vial en Bogotá.  “Durante estos días se han hecho foros de seguridad vial en los centros comerciales, se han difundido las normas de tránsito y se han hecho campañas de enseñanza”, dijo el subintendente Freddy Acosta, de la Policía Metropolitana de Tránsito.

Aunque hasta el momento no existe un balance sobre los resultados de la primera Semana de la seguridad vial, las estadísticas de la Policía de Tránsito revelan que este año se han presentado más muertos originados por motos en comparación con el mismo período del año pasado, y que las zonas más críticas de accidentalidad son: la avenida Caracas entre calles 65 y 72, y la 76 y 77; la autopista norte entre calles 103 y 104; la avenida Las Américas entre calles 50 y 51, y entre la 70 y 79 y la avenida Boyacá entre calles 53 y 54.

En Bogotá se encuentran registradas 130 mil motos, más del doble de las que circulaban en la ciudad hace dos años. “El problema es que ahora las motos se venden como pan caliente, y además, si uno compra una le enciman los cascos y los chalecos”, dice Acosta. En este momento, cualquiera que gane un salario mayor a $700 mil, con sólo pagar $45 mil mensuales puede comprar una.

El otro problema crítico es que solamente dos de cada 10 conductores de motocicleta ha tomado un curso de conducción.  “Cuando fui a sacar la licencia todo lo que me pidieron fue que consignara $295 mil —lo que cuesta el curso, el trámite del pase y los exámenes médicos—, una foto y mi tipo de sangre. A los ocho días llegué a mi primera clase y ya me tenían el pase”, dijo José Arango, un estudiante universitario*. “Cuatro días hábiles después de realizar el pago llegan los  pases a la oficina”,  fue la explicación que dio una de las señoritas de una academia de conducción del norte de la ciudad.

Como dijo el director del Fondo de Prevención Vial, Francisco José Fernández a El Espectador el pasado 10 de febrero: “Otro problema es que la mayoría son mensajeros o repartidores y están presionados para atender los domicilios en tiempos cortos. Por eso, se valen de todo tipo de maniobras y hasta se meten por vías peatonales, parques y andenes para llegar a sus destinos a tiempo”.

Este viernes termina la primera Semana de la seguridad vial en Bogotá. Según la Secretaría de Movilidad las actividades de capacitación para los motociclistas se seguirán realizando durante todo el año con el fin de que las muertes y los accidentes originados por motocicletas desciendan.

*Nombre cambiado por petición.