
Inundación en la Autopista Norte por cuenta de la nula conexión de los humedales Torca y Guaymaral.
Foto: Mauricio Alvarado
Quienes recorrieron esta semana la autopista Norte vieron buses de Transmilenio “navegar” sobre la inundada vía. No era una ilusión óptica, sino una escena cada vez más frecuente, como si los humedales Torca y Guaymaral reclamaran el terreno que se les arrebató en 1956, cuando la ciudad los separó para abrir paso al “progreso”. Hoy, el reto es corregir esa cicatriz ambiental sin repetir los errores del pasado.
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) licitó el proyecto Accesos Norte Fase II para ampliar el corredor, desde la calle 191...

Por Miguel Ángel Vivas Tróchez
Periodista egresado de la Universidad Externado de Colombia interesado en Economía, política y coyuntura internacional.juvenalurbino97 mvivas@elespectador.com
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