‘Antes de criticar a Peñalosa por riesgos ambientales esperen estudios’

Expertos ambientalistas alertan sobre los riesgos de intervenir el río Bogotá a raíz del anuncio del alcalde Enrique Peñalosa de ampliar su ancho y profundidad para garantizar navegabilidad y convertirlo en un malecón con parques lineales que permitan generar vida y encuentro social entorno al afluente.

La concejal Lucía Bastidas salió en defensa de Peñalosa y dijo que “está bien que estas opiniones de especialistas se generen para prevenir y alertar sobre riesgos futuros, pero es necesario darle tiempo a la administración a que tenga los estudios y diseños definitivos antes de descalificar la posibilidad de recuperar un recurso vital como el río Bogotá. Un seguro de que no se atentará contra el río es que el alcalde ha dicho claramente que se trabajará con las organizaciones ambientalistas”.

Peñalosa quiere integrar, en un circuito ecológico, a los Cerros Orientales con los ríos Tunjuelo y Bogotá a través de parques lineales que le devuelvan la calidad ambiental al entorno de estos ríos.

“Es un hecho que el crecimiento urbano irregular ha permitido la ubicación, en condiciones infrahumanas, con servicios deficientes o inexistentes de millones de personas, que no solo viven en la marginalidad sino en condiciones de insalubridad por la contaminación de los ríos. Bogotá no escapa a este fenómeno. Más de dos millones de personas se ubicaron, en la mayoría de los caso, irregularmente en torno al río Tunjuelo y con el tiempo la ciudad tuvo que legalizar sus barrios que hoy viven bajo el nauseabundo olor de las aguas contaminadas”, indicó Bastidas.

La cabildante explicó que lo mismo ocurre en el río Bogotá a su paso por la ciudad. Hay un millón de personas en Suba y Engativá, en el noroccidente, viviendo sobre la ronda y enfrentando los efectos de las inundaciones y la contaminación.

“Es por eso que consolidar la propuesta de parques lineales en torno a los ríos Bogotá y Tunjuelo no solo ofrece la posibilidad de darle una última oportunidad a estos ríos, sino que tiene el potencial de mejorar las condiciones de vida, eventualmente con su reubicación de miles de personas. Los parques lineales son útiles para enfrentar los riesgos de inundaciones, controlar la erosión y mejorar la calidad del agua, entre muchos beneficios que tienen. Así mismo, proteger el ecosistema que cada día está más amenazado en Bogotá”, agregó la concejal.

Bastidas insistió en que hay que dar tiempo a esperar los estudios y diseños definitivos para entrar, entonces, a evaluar y opinar sobre el proyecto definitivo.

“Los parques lineales se han convertido en América Latina en una alternativa para enfrentar los efectos devastadores que ha ejercido la presión urbana desordenada en torno a los ríos y que han puesto a estos recursos naturales en una grave situación de deterioro y a la población circundante en precarias condiciones de marginalidad. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha documentado la experiencia de Brasil en este tipo de proyectos y ha señalado el potencial de beneficios que ofrecen los parques lineales para mejorar el entorno de los ríos que han quedado en medio de las ciudades, devastados por la presión urbana, y convertidos en cloacas”, puntualizó.

La concejal subrayó que estos parques tienen la posibilidad de ser planeados, diseñados y manejados con objetivos múltiples, como garantizar canales alternativos de movilidad en las ciudades, generar conexiones entre diferentes espacios y mejorar las condiciones ambientales de la ciudad y su población. Y sobre todo recuperar y proteger estos recursos naturales.

Expertos ambientalistas alertan sobre los riesgos de intervenir el río Bogotá a raíz del anuncio del alcalde Enrique Peñalosa de ampliar su ancho y profundidad para garantizar navegabilidad y convertirlo en un malecón con parques lineales que permitan generar vida y encuentro social entorno al afluente.

La concejal Lucía Bastidas salió en defensa de Peñalosa y dijo que “está bien que estas opiniones de especialistas se generen para prevenir y alertar sobre riesgos futuros, pero es necesario darle tiempo a la administración a que tenga los estudios y diseños definitivos antes de descalificar la posibilidad de recuperar un recurso vital como el río Bogotá. Un seguro de que no se atentará contra el río es que el alcalde ha dicho claramente que se trabajará con las organizaciones ambientalistas”.

Peñalosa quiere integrar, en un circuito ecológico, a los Cerros Orientales con los ríos Tunjuelo y Bogotá a través de parques lineales que le devuelvan la calidad ambiental al entorno de estos ríos.

“Es un hecho que el crecimiento urbano irregular ha permitido la ubicación, en condiciones infrahumanas, con servicios deficientes o inexistentes de millones de personas, que no solo viven en la marginalidad sino en condiciones de insalubridad por la contaminación de los ríos. Bogotá no escapa a este fenómeno. Más de dos millones de personas se ubicaron, en la mayoría de los caso, irregularmente en torno al río Tunjuelo y con el tiempo la ciudad tuvo que legalizar sus barrios que hoy viven bajo el nauseabundo olor de las aguas contaminadas”, indicó Bastidas.

La cabildante explicó que lo mismo ocurre en el río Bogotá a su paso por la ciudad. Hay un millón de personas en Suba y Engativá, en el noroccidente, viviendo sobre la ronda y enfrentando los efectos de las inundaciones y la contaminación.

“Es por eso que consolidar la propuesta de parques lineales en torno a los ríos Bogotá y Tunjuelo no solo ofrece la posibilidad de darle una última oportunidad a estos ríos, sino que tiene el potencial de mejorar las condiciones de vida, eventualmente con su reubicación de miles de personas. Los parques lineales son útiles para enfrentar los riesgos de inundaciones, controlar la erosión y mejorar la calidad del agua, entre muchos beneficios que tienen. Así mismo, proteger el ecosistema que cada día está más amenazado en Bogotá”, agregó la concejal.

Bastidas insistió en que hay que dar tiempo a esperar los estudios y diseños definitivos para entrar, entonces, a evaluar y opinar sobre el proyecto definitivo.

“Los parques lineales se han convertido en América Latina en una alternativa para enfrentar los efectos devastadores que ha ejercido la presión urbana desordenada en torno a los ríos y que han puesto a estos recursos naturales en una grave situación de deterioro y a la población circundante en precarias condiciones de marginalidad. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha documentado la experiencia de Brasil en este tipo de proyectos y ha señalado el potencial de beneficios que ofrecen los parques lineales para mejorar el entorno de los ríos que han quedado en medio de las ciudades, devastados por la presión urbana, y convertidos en cloacas”, puntualizó.

La concejal subrayó que estos parques tienen la posibilidad de ser planeados, diseñados y manejados con objetivos múltiples, como garantizar canales alternativos de movilidad en las ciudades, generar conexiones entre diferentes espacios y mejorar las condiciones ambientales de la ciudad y su población. Y sobre todo recuperar y proteger estos recursos naturales.