Más comida en la mesa, mayor protección para las víctimas, atención a poblaciones históricamente excluidas y un aumento significativo en las ayudas económicas marcaron el balance social de Bogotá en 2025. A lo largo del año, la administración distrital fortaleció su presencia en los barrios y amplió el alcance de los programas sociales, logrando impactar de manera directa a miles de familias en distintos puntos de la ciudad.
Según la Secretaría de Integración Social, estas acciones permitieron avanzar en la reducción del hambre y la pobreza, así como en la atención de personas que por años estuvieron por fuera del sistema de apoyo. El balance refleja una ciudad con mayor cobertura social, más capacidad de respuesta y un enfoque puesto en llegar a quienes más lo necesitan.
Expansión de la red de comedores y apoyo alimentario
Uno de los avances más visibles fue el fortalecimiento de la estrategia Bogotá Sin Hambre 2.0. En 2025, cerca de un millón de personas recibieron apoyo alimentario diario en la ciudad, a través de comedores comunitarios, servicios sociales y el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Solo desde la Secretaría de Integración Social, 232 mil personas accedieron diariamente a alimentos en los 136 comedores comunitarios y en servicios dirigidos a infancia, personas mayores, personas con discapacidad y habitantes de calle. Este año se abrieron 22 nuevos comedores, la mayor expansión de esta red desde 2008.
Más protección para las víctimas de violencia
La atención a víctimas de violencia también registró un crecimiento histórico. En 2025, Bogotá pasó de 52 a 57 equipos comisariales, lo que representa la mayor ampliación en las últimas dos décadas.
A esto se sumó la reorganización de las rutas de atención y la puesta en marcha de la línea Una Llamada de Vida, que opera las 24 horas del día, los siete días de la semana. Gracias a este fortalecimiento, la atención por esta vía se cuadruplicó.
Actualmente, la ciudad cuenta con 749 funcionarios en Comisarías de Familia, de los cuales 573 fueron vinculados durante esta administración, lo que representa el 76 % del total del equipo humano.
Más inclusión para quienes viven en condiciones difíciles
La atención a las personas en situaciones de mayor vulnerabilidad fue uno de los focos del Distrito durante 2025. A lo largo del año, más de 3.400 habitantes de calle recibieron atención en servicios de permanencia, cumpliendo la meta trazada para este periodo.
Además, entraron en funcionamiento cuatro nuevos centros de atención, que suman 300 cupos adicionales. Dos de estos espacios operan en articulación con la Secretaría de Salud y están enfocados en brindar atención integral a personas que requieren acompañamiento social y en salud. Uno de los avances más importantes fue la apertura del primer Hospedaje Social del país, un modelo que busca acompañar a las personas en procesos reales de inclusión y recuperación de su proyecto de vida.
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Por primera vez, el Distrito también llegó a personas que viven en pagadiarios. Cerca de 4.000 recibieron algún tipo de apoyo social; 2.000 accedieron a transferencias monetarias y 800 fueron vinculadas a comedores comunitarios, ampliando la cobertura de atención para una población que históricamente había quedado por fuera de la oferta institucional.
Más atención a personas con discapacidad
La política social tuvo un énfasis especial en esta población. La atención pasó de 18.000 personas en 2023 a más de 24.000 en 2025, un crecimiento del 36 %.
Además, la cobertura de transferencias monetarias aumentó de 9.000 a 19.000 beneficiarios, junto con mejoras en la calidad de los servicios y en el enfoque de atención, orientado a la inclusión real y al fortalecimiento de la autonomía.
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Ampliación de los apoyos económicos a las familias más vulnerables
El programa Ingreso Mínimo Garantizado (IMG) continuó consolidándose como una de las principales herramientas de protección social. En 2025, más de 1,5 millones de personas recibieron transferencias monetarias, lo que representa 230 mil beneficiarios más que en 2023.
Por primera vez, personas que viven en pagadiarios accedieron a este apoyo. Además, 16.155 jóvenes recibieron transferencias condicionadas para su inclusión productiva, la cifra más alta registrada desde 2021.
El programa incorporó nuevos componentes como pasajes gratis en TransMilenio y transferencias condicionadas a la asistencia escolar, fortaleciendo un modelo integral de atención.
Un cierre de año con impacto social
Detrás de cada cifra hay historias de personas que accedieron por primera vez a un plato de comida, a un ingreso mínimo, a atención especializada o a una oportunidad para salir de la exclusión.
Con estos cinco hitos, Bogotá cerró 2025 con una red social más amplia, una mayor presencia institucional en los territorios y una apuesta clara por reducir las brechas sociales, fortaleciendo el cuidado, la inclusión y las oportunidades para quienes más lo necesitan.
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