Una mujer relata cómo alquila niños para salir a pedir limosna en el centro de Bogotá
Foto: Archivo El Espectador
En la estación Tercer Milenio, al bus en el que viajaba, se subió a mendigar una muchacha, cargando una niña. Echó el cuento de que era madre soltera y que se esforzaba en darle buena vida a su hija, para que no se la quitara el ICBF. Actuó compungida y siguió su relato: vendía tintos, aromáticas y milo caliente. Me iba bien, pero unos venezolanos me robaron el carrito y los termos…”.