Atentado a El Nogal: tras 14 años, Farc y víctimas se acercan por el perdón

A las 8:15 de la noche del 7 de febrero de 2003, un carro bomba cargado con 200 kilos de explosivos estalló en el cuarto nivel de parqueaderos del club El Nogal. Murieron 37 personas y 198 quedaron heridas. Hoy, 14 años después de uno de los atentados más letales perpetrados por las Farc, entre las víctimas y los victimarios hay vientos de perdón. Desde noviembre pasado, Bertha Fries, vocera de los afectados, está sosteniendo conversaciones con los miembros del Secretariado, en busca de realizar un acto donde la guerrilla exprese su arrepentimiento y empiece a contribuir en la búsqueda de la verdad sobre el ataque. (Lea: “Las Farc tienen voluntad para contar la verdad sobre El Nogal”)

Desde entonces, las víctimas se están preparando para el difícil momento en que se encuentren con sus victimarios, cuenta Fries. Además, en los diálogos que ha sostenido con Timochenko, Iván Márquez y Enrique Santiago, abogado de la guerrilla, se ha discutido sobre los pormenores del acto que se llevaría a cabo. Fries quiere que sea un evento público en el que el perdón se extienda a toda la ciudadanía. “No solo fue un ataque contra el Club, sino contra toda Bogotá”, dice. Y, sobre todo, hace hincapié en el deseo de que el papa Francisco esté presente en el evento. “El papa ha dicho que las víctimas son puente para construir la paz”, agrega.

La voluntad de las Farc para pedir perdón por el ataque al Nogal, como ya se hizo por la masacre de Bojayá o el asesinato de los diputados del Valle, es férrea, sostiene Fries. Ella, además, hace un llamado al alcalde Enrique Peñalosa para que el Distrito se vincule a la organización del acto y, de paso, le pide a la administración que les ayude a encontrar un lugar, ojalá frente al Club, para ubicar una placa que recuerda a las víctimas, nombre por nombre. De hecho, la Unidad de Víctimas la donará, pero solo cuando se tenga definido el lugar donde se ubicará.

Pero el interés de las víctimas del Nogal no solo está enfocada en el acto de perdón y las búsqueda de la verdad sobre el atentado. “Hoy se cumplen 14 años del atentado y no queremos llegar al 15 sin que haya pasado nada”, dice Fries refiriéndose a los procesos de reparación de las víctimas. Ella calcula que hay alrededor de 40 en trámite, y ninguno ha llegado a completarse. A 14 años del ataque, es evidente que tanto el Estado como la guerrilla tienen deudas con las víctimas del atentado. Y también es claro que este podría ser el año en que empiecen a saldarse, en medio de la consolidación de los acuerdos de paz con las Farc.

A las 8:15 de la noche del 7 de febrero de 2003, un carro bomba cargado con 200 kilos de explosivos estalló en el cuarto nivel de parqueaderos del club El Nogal. Murieron 37 personas y 198 quedaron heridas. Hoy, 14 años después de uno de los atentados más letales perpetrados por las Farc, entre las víctimas y los victimarios hay vientos de perdón. Desde noviembre pasado, Bertha Fries, vocera de los afectados, está sosteniendo conversaciones con los miembros del Secretariado, en busca de realizar un acto donde la guerrilla exprese su arrepentimiento y empiece a contribuir en la búsqueda de la verdad sobre el ataque. (Lea: “Las Farc tienen voluntad para contar la verdad sobre El Nogal”)

Desde entonces, las víctimas se están preparando para el difícil momento en que se encuentren con sus victimarios, cuenta Fries. Además, en los diálogos que ha sostenido con Timochenko, Iván Márquez y Enrique Santiago, abogado de la guerrilla, se ha discutido sobre los pormenores del acto que se llevaría a cabo. Fries quiere que sea un evento público en el que el perdón se extienda a toda la ciudadanía. “No solo fue un ataque contra el Club, sino contra toda Bogotá”, dice. Y, sobre todo, hace hincapié en el deseo de que el papa Francisco esté presente en el evento. “El papa ha dicho que las víctimas son puente para construir la paz”, agrega.

La voluntad de las Farc para pedir perdón por el ataque al Nogal, como ya se hizo por la masacre de Bojayá o el asesinato de los diputados del Valle, es férrea, sostiene Fries. Ella, además, hace un llamado al alcalde Enrique Peñalosa para que el Distrito se vincule a la organización del acto y, de paso, le pide a la administración que les ayude a encontrar un lugar, ojalá frente al Club, para ubicar una placa que recuerda a las víctimas, nombre por nombre. De hecho, la Unidad de Víctimas la donará, pero solo cuando se tenga definido el lugar donde se ubicará.

Pero el interés de las víctimas del Nogal no solo está enfocada en el acto de perdón y las búsqueda de la verdad sobre el atentado. “Hoy se cumplen 14 años del atentado y no queremos llegar al 15 sin que haya pasado nada”, dice Fries refiriéndose a los procesos de reparación de las víctimas. Ella calcula que hay alrededor de 40 en trámite, y ninguno ha llegado a completarse. A 14 años del ataque, es evidente que tanto el Estado como la guerrilla tienen deudas con las víctimas del atentado. Y también es claro que este podría ser el año en que empiecen a saldarse, en medio de la consolidación de los acuerdos de paz con las Farc.