Aún quedan 1.200 cupos en colegios de Cundinamarca

La semana pasada el presidente Juan Manuel Santos entregó cuatro nuevos colegios, ubicados en los municipios de Mosquera, Guasca y Cota. Una excelente noticia para los estudiantes cundinamarqueses, dirían todos. Sin embargo, hay algo que preocupa en términos de educación, que podría mejorar con estos aportes, pero sin duda necesita algo más que infraestructura: la deserción escolar y la disminución del número de niños matriculados al principio del año escolar. Según la Secretaría de Educación, aún quedan 1.200 cupos de grado cero a once, disponibles en 282 de las instituciones educativas del departamento, para cumplir por lo menos con la misma cantidad de estudiantes que se inscribieron el año pasado.

Al respecto, la secretaria de Educación, Piedad Caballero Prieto, reiteró a la comunidad educativa la importancia de realizar campañas informativas y conseguir que más niños, niñas, jóvenes y adolescentes cundinamarqueses vuelvan a las aulas.

Agregó que no hay excusa para que los menores no vayan a los colegios, pues desde 2012 la educación en el departamento es gratuita de grado cero a once, y reiteró que Cundinamarca ha diseñado estrategias para evitar la disminución en las matrículas y en la deserción escolar a través de estrategias como proveer la alimentación de los alumnos, el transporte y el mejoramiento de la infraestructura educativa para brindar a los estudiantes más y mejores ambientes de aprendizaje.

En cuanto a la deserción escolar, si bien Cundinamarca no tiene una tasa alta, podría mejorar. Según la última medición, está en 2,42%, mientras que el promedio nacional es de 3,62%. Las causas de deserción en el departamento, de acuerdo con un estudio del Ministerio de Educación, son las distancias entre los colegios y los hogares y el desinterés en los temas, pues muchos niños prefieren dedicarse a otras actividades, como el campo.

Por eso, para este último año de mandato, el objetivo de la Gobernación estipulado en el Plan de Desarrollo es reducir estas cifras e incentivar a los niños y niñas de la región a que culminen sus estudios básicos, sobre todo en los municipios de Arbeláez, Ubaté, Tocaima, Fómeque, Silvania, Cajicá y Ubaque, donde faltan muchos estudiantes por matricularse.

La secretaria de Educación recordó que también es necesario aumentar esta cifra, pues además de los alumnos se ven perjudicados los profesores, ya que la asignación o el retiro de los docentes se hace de acuerdo al número de inscritos.

La semana pasada el presidente Juan Manuel Santos entregó cuatro nuevos colegios, ubicados en los municipios de Mosquera, Guasca y Cota. Una excelente noticia para los estudiantes cundinamarqueses, dirían todos. Sin embargo, hay algo que preocupa en términos de educación, que podría mejorar con estos aportes, pero sin duda necesita algo más que infraestructura: la deserción escolar y la disminución del número de niños matriculados al principio del año escolar. Según la Secretaría de Educación, aún quedan 1.200 cupos de grado cero a once, disponibles en 282 de las instituciones educativas del departamento, para cumplir por lo menos con la misma cantidad de estudiantes que se inscribieron el año pasado.

Al respecto, la secretaria de Educación, Piedad Caballero Prieto, reiteró a la comunidad educativa la importancia de realizar campañas informativas y conseguir que más niños, niñas, jóvenes y adolescentes cundinamarqueses vuelvan a las aulas.

Agregó que no hay excusa para que los menores no vayan a los colegios, pues desde 2012 la educación en el departamento es gratuita de grado cero a once, y reiteró que Cundinamarca ha diseñado estrategias para evitar la disminución en las matrículas y en la deserción escolar a través de estrategias como proveer la alimentación de los alumnos, el transporte y el mejoramiento de la infraestructura educativa para brindar a los estudiantes más y mejores ambientes de aprendizaje.

En cuanto a la deserción escolar, si bien Cundinamarca no tiene una tasa alta, podría mejorar. Según la última medición, está en 2,42%, mientras que el promedio nacional es de 3,62%. Las causas de deserción en el departamento, de acuerdo con un estudio del Ministerio de Educación, son las distancias entre los colegios y los hogares y el desinterés en los temas, pues muchos niños prefieren dedicarse a otras actividades, como el campo.

Por eso, para este último año de mandato, el objetivo de la Gobernación estipulado en el Plan de Desarrollo es reducir estas cifras e incentivar a los niños y niñas de la región a que culminen sus estudios básicos, sobre todo en los municipios de Arbeláez, Ubaté, Tocaima, Fómeque, Silvania, Cajicá y Ubaque, donde faltan muchos estudiantes por matricularse.

La secretaria de Educación recordó que también es necesario aumentar esta cifra, pues además de los alumnos se ven perjudicados los profesores, ya que la asignación o el retiro de los docentes se hace de acuerdo al número de inscritos.